LA CRÓNICA DE ALFONSO VÁZQUEZ

La chapuza del puente de la Esperanza llega a su fin

Alfonso Vázquez

La ´vida política´ también nos regala hechos memorables. Sin ir más lejos, ahí tenemos la lección de ética del responsable de la ´abducida´ Cuenca Mediterránea, Antonio Rodríguez Leal. Sus palabras dejan en entredicho a algunos compañeros de partido, en especial al remedo de ´comisaria política´ que acudió a Málaga a reprenderle y a la que le auguramos un gran futuro en el ramo.

Pero la vida política es algo más que denostar a todo el que se salte el guión. Ahí tenemos la gestión diaria de una ciudad como Málaga, que también nos depara sorpresas agradables.

Muchos malagueños habíamos perdido ´toda esperanza´ con el puente del mismo nombre. Desde los puentes hechos con lianas de las películas de Tarzán no se había visto uno más inseguro; de hecho, Spielberg ya lo tenía en cuenta por si rodaba otra entrega de Indiana Jones.

El puente de la Esperanza debió de inaugurarse el Día de los Inocentes por su diseño alejado de la lógica, la comodidad y la utilidad. Todos recordarán ese lado del puente por el que sólo cabe un peatón en fila india y a duras penas, y todo el que pasa se juega el tipo mientras casi pasan rozándole los coches.

Durante muchos años, semejante engendro costeado con dinero público incorporó unos pivotes para hacer más complicado el avance por ese lado.

Después de muchos años soportando la chapuza, la Gerencia de Urbanismo arreglará el entuerto con la medida más ansiada: la ampliación del aciago lado sur del puente.

Las previsiones más optimistas hablan de tres metros de anchura, suficientes para celebrar una ´exhibición gimnástica´ del concurso ´Fama´ donde antes ni siquiera cabía un chotis.

Aconsejamos a la Gerencia que el día de la ampliación ´reinaugure´ el puente con fuegos artificiales que simbolicen la alegría de miles de callados malagueños, hartos de soportar tanta ´sangre, callos y lágrimas´. El final de la ´ignominia´ está cerca.

Foto y propaganda

Ω En esta sección hemos hablado alguna vez de la necesidad de ´renovación fotográfica´ de los menús de los restaurantes malagueños. Las fotos de platos combinados ´azulones y desvaídos´ transmiten poco entusiasmo gastronómico al cliente.

Lo mismo hay que decir de la página web de la Gerencia de Urbanismo, cuyo apartado dedicado a ´La ciudad´, con el repaso a las principales novedades, proyectos e infraestructuras ofrece unas fotografías de Málaga en su mayoría deprimentes, borrosas y descoloridas.

Pocos inversores se verán ´tentados´ por estos ´desechos fotográficos de tienta´, entre los que destaca una alicaída panorámica de los Baños del Carmen; una vista aérea (y nada vistosa) del Dique de Levante así como una instantánea del paseo marítimo de Poniente cuyo acabado y nitidez son tales que refleja a la perfección cómo ve el mundo una persona con 10 dioptrías (y sin gafas).

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