Los permisos para circular por el Centro se podrán solicitar desde hoy

El plan para controlar el acceso del tráfico al Centro Histórico ya está en sus últimos pasos antes de su entrada en servicio, prevista a principios de marzo. Los vecinos y comerciantes del núcleo histórico podrán solicitar a partir de hoy el permiso para acceder a las calles semipeatonalizadas, cuya entrada estará controlada por unos pivotes retráctiles y unas cámaras que reconocerán las matrículas de los coches que obtengan el permiso.

Estas solicitudes se tramitarán en la oficina que el área de Movilidad ha habilitado en las instalaciones de la junta de distrito Centro, situada en el edificio del mercado de la Merced. Además, la página web de Movilidad también ofrecerá información sobre los requisitos a cumplir para obtener la autorización.

El Ayuntamiento prevé conceder permisos para unos 15.000 vehículos, de los que 3.000 serán para vecinos y personas que trabajan en el Centro, mientras que el resto incluirá a los servicios municipales y de emergencias, discapacitados y aquellos vehículos que quieran acceder a los dos aparcamientos privados (Granados y Santa Lucía) y a los hoteles.

El concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, insistió en que las autorizaciones se conceden a los coches "con independencia de quien lo conduzca". De hecho, explicó que los pivotes bajarán y franquearán el acceso cuando se acerque uno de los coches autorizados y conforme el lector óptico identifique la matrícula.

Una de las grandes novedades de este sistema es que permitirá la entrada de los camiones de carga y descarga al Centro, aunque con límites en su tonelaje (no podrán exceder de los 3.500 kilos) y en el horario. A cambio se eliminarán los actuales espacios para carga y descarga de la Cortina del Muelle y la Acera de la Marina. También desaparecerán las 57 plazas de aparcamiento de vehículos en superficie reservadas para los residentes y delimitadas con líneas verdes.

Los pivotes bloquearán el acceso al Centro en las calles Cisneros, Nosquera, Méndez Núñez y Sancha de Lara. Quedará abierta la entrada en la calle Cister, que se controlará con una cámara para leer las matrículas.