LA CRÓNICA DE ALFONSO VÁZQUEZ

Una primera piedra que sabe a poco después de dos meses

Alfonso Vázquez

Los malagueños, sobre todo los de Ciudad Jardín, ya están habituados a la estampa ´ortopédica´ del Puente de Quintana, el de mayor longitud del Acueducto de San Telmo.

Sus achaques han sido tantos que en el año de los fastos, 1992, recibió un apaño urgente de la Junta de Andalucía porque el puente iba a durar menos que una candela de papeles.

Desde entonces luce una estructura metálica bastante deslucida, a la que le siguió, hace unos once años, un ´mallazo´ interno, producto de otra actuación de urgencia.

El caso es que el Ayuntamiento por fin reparó en esta pequeña joya del patrimonio malagueño y en 2003 se comprometió a arreglar el puente. Es más, la intención era que el puente se convirtiera en una atracción y el ´bus turístico´ pasara por debajo en su trayecto a La Concepción.

En todos estos años, las actuaciones de urgencia y la prohibición de pasar por debajo (materializada con cadenas) ha sido desatendida por muchos inconscientes. De hecho, decenas de alumnos que van al instituto y las personas que pasean a sus perros pasan a diario por debajo, jugándose sin saberlo el pescuezo.

Pero hasta las situaciones más ´paralizantes´ de nuestras administraciones terminan, al cabo de los años, encontrando una salida.

El 21 de noviembre fue un día importante para Ciudad Jardín. El alcalde de Málaga puso la esperada primera piedra para rehabilitar el Puente de Quintana. Bien es cierto que las obras han quedado en principio restringidas al puente y a una acera (´acerado´ prefieren llamarlo los políticos, que es más fino) y la zona verde que en su día se prometió por los alrededores tendrá que esperar, pero ´menos da una piedra´.

Y hablando de piedras, después de una primera, debería colocarse una segunda e incluso una tercera (y así sucesivamente). Los vecinos critican que desde el pasado 21 de noviembre no ha vuelto a detectarse más actividad ´pétrea´. Las críticas pueden consultarse en la página ´extraoficial´ www.ciudadjardinmalaga.es.

Por cierto, fuentes próximas a este extraño ´cuajo administrativo´ aseguran que mañana viernes comenzarían las obras. Si así fuese, el ´más vale tarde que nunca´ pocas veces sería tan bien empleado.

La producción

Ω Como todos los años, las lluvias dejan en el cauce del Guadalmedina, cerca del puente de Armiñán, una ´laguna´ bastante respetable para el caudal que manejamos en Málaga. En estos días de lluvia sólo faltan los patos para darle más prestancia y hasta se puede ´botar´ un barquito a vela.

Los problemas llegan con la primavera, cuando empiezan a arreciar los calores y estas aguas plácidas se convierten en un estanque ´purulento´.

La abducida Cuenca Mediterránea debería plantearse instalar en este rincón del cauce una estación de análisis de bacterias y organismos, que el Guadalmedina produce ´de gratis´.

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