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Bajan las ventas en Atarazanas a causa de la crisis y el traslado

europa press. Málaga

Los comerciantes del mercado de Atarazanas de Málaga capital advirtieron de descensos en las ventas de hasta un 50 por ciento en el último año, debido, en su opinión, al traslado a las instalaciones provisionales de calle Camas y a la situación de crisis económica.

El presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado de Atarazanas, Antonio Barrabino, señaló a Europa Press, en este sentido, que donde más se ha notado ese descenso es en los puestos de carne.

En cuanto a las consecuencias del traslado al mercado provisional de calle Camas, construido por el Ayuntamiento de Málaga, Barrabino indicó que "un año después la gente todavía no tiene los puestos localizados, ya que la distribución es más complicada que en Atarazanas".

"En Atarazanas los puestos estaban muy localizados y había algunos que contaban con una clientela fija y otros que tenían importantes ventas porque eran puestos de paso, algo que ahora no les ocurre", declaró el representante de los comerciantes.

Según afirmó, "en el mercado de calle Camas los puestos están mezclados y la gente no los localiza bien". "Antes estábamos en tres naves diferenciadas: frutas y verduras; pescado, y carne y ultramarinos; sin embargo, ahora el pescado está en el centro y el resto de los comercios se mezclan para poder ajustarse", lamentó, lo que "hace que a la gente todavía le cueste encontrarlos". Además, apuntó que "hay algunos puestos que se quedan aislados en las esquinas".

El mercado de Atarazanas cuenta con 267 puestos y 165 comerciantes. La finalización de las obras, adjudicadas por el Ministerio de Fomento a la empresa Sacyr, está prevista para el próximo mes de agosto, un plazo que los comerciantes confían en que se cumpla, ya que "al principio se veía mucha actividad, pero ahora hay menos trabajadores".

Despidos. "Sabemos que es necesario este sacrificio porque un mercado de abastos como Atarazanas tenía que estar en unas condiciones adecuadas", manifestó Barrabino, aunque dejó claro que "lo estamos pasando mal y es necesario agilizar los trabajos de rehabilitación porque de esta actividad dependen muchas familias".

También comentó que, debido a la situación de crisis, "aunque la gente sigue comprando, gasta mucho menos", lo que hasta el momento ha obligado a la reducción en hasta un 50 por ciento del número de trabajadores de este mercado. "Se están quedando sólo los dueños de los puestos y es una lástima porque, por lo general, se trataba de personal fijo con muchos años de trabajo", aseveró.

Las obras de rehabilitación persiguen recuperar el carácter histórico del edificio y mantener y mejorar la estructura de puestos de venta, ajustándola a los estándares comerciales modernos.

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