La Fiscalía solicita 23 años de cárcel para un hombre que mató a su madre a golpes

La Fiscalía de Málaga solicita 23 años de prisión para un hombre que asesinó a su madre a golpes y la sometió en innumerables ocasiones a continuas palizas pese a las protestas de su padre, que tenía problemas físicos y psíquicos y se encontraba impedido en una cama.

El acusado convivía con sus padres en Vélez Málaga y, según el fiscal, "mantenía fuertes discusiones con los mismos, enfrentamientos en el curso de los cuales golpeaba con asiduidad a su madre, siendo recriminado por su padre, que se encontraba impedido en la cama por problemas físicos y psíquicos". Cuando el progenitor llamaba la atención de su hijo, éste le respondía lo siguiente: "Cállate maricón, que te voy a abrir la cabeza", siempre según el representante de la acusación pública.

Esta situación se mantuvo hasta que finalmente en una hora no determinada del 30 de octubre de 2007, "el acusado golpeó reiteradamente a su madre, que en esta fecha tenía 74 años de edad, mientras ésta se hallaba tumbada en la cama, causándole lesiones consistentes en un traumatismo craneoencefálico grave y traumatismo facial, con sangrado frontal y occipital, lesiones todas ellas que le produjeron un coma", relata el representante del ministerio fiscal.

Además, sufrió una fractura distal del radio izquierdo, policontusiones y daños en la cadera. Todos estos problemas derivados de la brutal agresión acabaron provocando en la afectada una neumonía que se complicó con problemas respiratorios, "lo que condujo a su fallecimiento el 28 de abril de 2008".

El padre también falleció poco después de los hechos. Aunque en un principio se dijo que el hombre tenía esquizofrenia, el fiscal, basándose en el informe forense, asegura que el procesado es "imputable". "No tiene patologías psíquicas o físicas para afirmar que no es plenamente consciente de la bondad o maldad de sus actos y de las consecuencias de los mismos", añade.

Según la policía, cuando el agresor fue detenido dijo a los agentes: "A veces mi madre me pone muy nervioso. Esta vez se me ha ido la mano". El fiscal solicita 20 años por el delito de asesinato, tres por el de maltrato habitual y una indemnización de 150.000 euros para los familiares de la víctima.