"Estamos en vilo; dicen que son más cercanos de lo que imaginamos"

Una mezcla incómoda de recelo y desconfianza inquietaba ayer a los familiares de Fernando Moreno Espada. Desde que supieron que entre las personas que habían detenido por su supuesta implicación en el secuestro del empresario había gente "más cercana a la familia de lo que podrían imaginar" la tranquilidad que les pudo reportar saber que la investigación avanzaba a buen ritmo se truncó.

"La policía nos ha dicho que los implicados podrían ser más cercanos a la familia de lo que nos esperábamos y eso, la verdad, nos tiene con el corazón en vilo", confesó a este diario uno de los miembros de la familia.

La sensación, no obstante, era también satisfactoria por el lógico deseo de que la investigación acabe cuanto antes. "Queremos que se esclarezca el caso pero, evidentemente, sabemos que es complicado y que el juzgado y la policía hacen todo lo que pueden", manifestó.

Con cuentagotas. Dentro de esa dificultad añadieron el hecho de que el secreto decretado sobre el sumario del caso también les afecta: "la policía nos da información con cuentagotas y apenas sabemos lo mínimo sobre la investigación", se resignaron. No obstante, tienen claro dos cosas, que los secuestradores eran "unos chapuceros" y que su actuación "no tiene nada que ver con la seguridad ciudadana de Marbella".

Los hijos y la viuda de Fernando Moreno enviaron ayer una carta a los medios de comunicación para expresar su agradecimiento por las muestras de apoyo recibidas.

Más de 2.500 personas se concentraron el sábado pasado en la plaza de la Iglesia de su natal núcleo poblacional de San Pedro Alcántara donde se ofició el funeral del industrial.

El párroco Alfredo López Barranquero fue el encargado de oficiar una misa de algo más de media hora que comenzó a las 12.30 horas y en la que se podían contar por decenas las coronas de flores que arropaban el féretro.

Entre los rostros más conocidos se encontraban algunos miembros del gobierno municipal del PP, como el concejal de Medio Ambiente, Antonio Espada, primo del fallecido. Tras el sepelio, los restos mortales de Moreno Espada fueron conducidos a pie hasta el cementerio sampedreño, acompañados por los miles de asistentes congregados en su despedida para recibir sepultura.