Málaga: 'pleno' Acuerdo sobre la sede de la caja única, divorcio sobre la Cuenca

El pleno de ayer fue largo, denso y, en esta ocasión, pegado a la realidad del terreno y sangrando por las mismas heridas que desangran a la sociedad. De ahí que el centro del debate fuera la fusión de las cajas, la polémica sobre las últimas decisiones tomadas por la Junta sobre la Cuenca Mediterránea y la situación de precariedad que viven varias empresas malagueñas y sus plantillas, casos de Automóviles Portillo, Isofotón y Aurgi.

En el debate de las cajas, su fusión y dónde deberá estar la futura sede, hubo, como estaba previsto en el guión, unanimidad casi plena, salvando algunas cuestiones secundarias planteadas por IU que quedaron fuera.

Así el pleno adoptó una propuesta final, fruto de la reunificación de cada una de las mociones presentadas por los tres grupos políticos en la que se insta a la Junta de Andalucía a que la futura fusión de las cajas "se articule en torno a Unicaja como entidad mas sólida del sistema financiera andaluz" y a que la caja resultante de dicha fusión "tenga su sede en Málaga, como una una iniciativa que cohesione la autonomía andaluza".

El alcalde de Málaga defendió que "la incorporación de cajas a Unicaja tiene que ser sobre la base de que ese proceso no debilite a Unicaja".

El portavoz socialista, Rafael Fuentes, criticó, precisamente, que el PP "falte el respeto" al resto de cajas al hablar de "incorporación a Unicaja de otras entidades andaluzas, en lugar de fusión".

IU pretendía que se matizara que la posible fusión se realizaría siempre que se tratara de una banca pública andaluza, "como instrumento propio y transparente y con prioridades de inversión, desarrollo y políticas sociales", un aspecto rechazado por PP y PSOE.

En el polo opuesto, es decir en el de la discrepancia más absoluta, al menos entre PP y PSOE, transcurrió el debate sobre la situación de la Cuenca Mediterránea.

Reproches. Lógicamente el desacuerdo no impidió que se impusiera la mayoría absoluta del grupo popular, que contó además con el apoyo de IU, para sacar adelante una propuesta en la que se insta al presidente de la Junta, Manuel Chaves, a que revoque el decreto sobre la reestructuración de la Cuenca Mediterránea Andaluza y a que se apruebe otro que devuelva las competencias a la ciudad de Málaga.

El grupo del PSOE no aceptó el escrito porque, en palabras de su portavoz, Rafael Fuentes, era "absolutamente inadmisible; no tiene desperdicio. Es mentira que la Junta de Andalucía quiera desmantelar la Cuenca en Málaga".

Fuentes no quiso entrar en el fondo del debate y se refugió en la crítica formal a la expresiones que recogía el texto de la moción del PP en la que se defiende el "centralismo de Madrid" frente al de Sevilla y se afirma que las declaraciones del presidente de la Junta sobre la Cuenca "no se ajustan a la verdad".

Este tipo de afirmación fueron consideradas "inadmisibles" tanto por el PSOE como por IU al entender que no encajaban en una propuesta firmada por un alcalde de un ayuntamiento como el de Málaga.

No lo vio así el alcalde que mantuvo su propuesta sin cambio y que salió finalmente adelante, con los votos del PP.