"Lo había visto en películas, pero, al verlo ahora, se siente el miedo y la impotencia". "Pequeño tornado en el Paseo de los Tilos, caída de vallas y árboles". "Se ha llevado vallas, árboles, ramas y demás metralla". "Durante cinco minutos no se oían más que sirenas de bomberos". "Un ruido como truenos sordos y continuado, menudo destrozo". "En la estación del AVE, he visto hasta un WC volando". "En el Instituto Romero Esteo, parte del muro exterior se ha venido abajo. Es increíble". Las declaraciones, recogidas anoche por la página web de La Opinión de Málaga, transmiten bien a las claras y sin lugar a dudas el caos originado por unas fortísimas rachas de viento en la zona Oeste de la capital.

Los fenómenos adversos que habían marcado toda la jornada del domingo arreciaron con extremada virulencia en torno a las diez menos veinte de la noche. Desde el Centro de Meteorología, anoche no descartaban que el culpable de sembrar el caos y de convertir gran parte de la ciudad en un paisaje bélico fuera un tornado. "Se trata de rachas muy fuertes asociadas a tormentas. Son fenómenos de carácter convectivo", dijo una portavoz, que agregó que durante los próximos días tendremos el análisis más concreto de lo sucedido y la confirmación o no de si el fenómeno se puede llamar técnicamente ´tornado´. Lo que sí está claro es que en la práctica, en cuanto a furia y capacidad destructiva, lo fue.

Devastación. Calles cortadas, pérdidas de suministro, cortes del gas, bloques sin paredes exteriores, decenas de árboles arrancados de cuajo, coches rotos... La zona de Vistafranca, junto a las vías del tren, en la zona de la Avenida de Europa, era una de las peor paradas. De hecho, fue una de las primeras a las que acudió el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, acompañado por varios miembros de la corporación y de su equipo. "Me estoy centrando bastante en la barriada Nuevo San Andrés porque es de momento la más afectada. Ahora me encaminaré a la estación de autobuses, a la zona de la EMT, la calle Bodegueros y la Cruz de Humilladero, que son otras zonas muy afectada. Tenemos concejales por todas las barriadas", relataba anoche a este diario el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, visiblemente nervioso por la situación.

"He visto cómo el viento arrancaba de cuajo los árboles y hasta trozos de pared. Bendita la hora en la que tuve que aparcar encima de la acera porque no había sitio. Muchísimos coches han quedado aplastados", aseguraba a este diario un vecino de la calle Puerto Oncala, en la referida zona .

El paisaje en otras zonas cercanas no era mucho más halagüeño. Restos de marquesinas literalmente esparcidas por las aceras, contenedores volcados, farolas, aún encendidas, dobladas por la base y tratando de soportar su peso para no terminar de caer en la calzada. Andamios, semáforos, sillas? El pequeño tornado había actuado con gran virulencia dejando su rastro de destrucción desde la zona Oeste hasta el Centro, desde la avenida Juan XXIII hasta las calles Hilera y Armengual de la Mota. Como en las imágenes que aparecen en televisión después de una catástrofe, pero esta vez en vivo y en directo.

Los autobuses de la EMT no podían continuar con su ruta en los Callejones del Perchel, donde los árboles de la mediana caídos en la vía impedían el paso. Lo mismo ocurría justo unos metros más adelante, en la plaza de la Solidaridad. Las fuertes precipitaciones hacían aún más complicadas las maniobras y las primeras actuaciones de los servicios de emergencia, como la Policía Local, que trataba de retirar algunos contenedores mientras se esforzaba por regular el tráfico por esta zona, devastada. La estación de autobuses se llevó una de las peores partes. La marquesina triangular de la puerta principal quedó destruida y sus restos aún revoloteaban por Mauricio Moro, donde tampoco se podía circular por culpa de varios árboles en medio de la calzada.

Tejados arrancados. Todo ocurrió en cuestión de minutos. El enfurecido viento fue capaz de destruir los tejados de las naves industriales del polígono San Rafael, en la avenida de Juan XXIII. Allí, los árboles tampoco fueron capaces de mantener la verticalidad. Ni en la calle La Unión, donde algunos vecinos pertrechados de paraguas e impermeables evaluaban los primeros daños en sus vehículos por culpa de las ramas y troncos caídos sobre lunas y capó. También se desprendieron parte de andamios, vallas de obra y toldos de las terrazas de las cafeterías de la zona.

La avenida de Andalucía también sufrió daños, con palmeras arrancadas de cuajo junto al monumento al Padre Arnáiz, entre el Banco Santander y El Corte Inglés.

Así lo contaban los propios lectores

. "Un tornado ha pasado por Mauricio Moro a las 21:40 y se ha llevado árboles, ramas, vallas, palos y demás "metralla", un ruido como trueno sordo y continuado, menudo destrozo". Breve pero efectivamente, un lector de laopinondemalaga.es contaba de esta forma en un comentario cómo había sido el tornado que instantes antes había afectado a Málaga dejando un reguero de destrozos. El mismo testigo directo de los hechos (cuyo 'nick' es Naturalista) lo seguia contando así más adelante: "El "tornado" venía por encima de las vías de renfe junto a Vialia, pasa por encima de la Estación de autobuses, luego por encima del edificio América Plaza, destroza los toldos de las azoteas de este edificio y la Araucaria de la Solidaridad, y continúa en sentido S/SW-N/NE, también ha pasado después en las cercanías de calle Esperanto. Hay árboles caídos, y muchísimas vallas y paneles dispersos por el suelo, los operarios ya han cortado algunos de los árboles caídos para restaurar el tráfico, mucho destrozo. ha sido sobre las 21:40, con lluvia muy fuerte y un ruido grave y contibuado como un trueno amortiguado, y no ha llegado ni a un par de minutos". Era un fenómeno meteorológico similar al que por la tarde había causado graves daños en Estepona se reprodujo en el centro de Málaga hacia las 21.30 de esta noche. Un pequeño tornado acompañado de lluvias torrenciales y vientos huracanados destrozó todo cuanto encontró a su paso causando daños a edificios.

La narración que hacía un lector en un comentario que acompaña esta información era realmente sobrecogedora: "La lluvia de fragmentos de uralita, algunos de tamaño considerable, piezas metálicas de hasta metro y medio de longitud, tejas, elementos de impermeabilización de tejados y otros objetos duró más de medio minuto en la barriada de la Asunción, con un sonido atronador. Los cascotes se dispersaron por igual por todas las calles, alcanzando tejados, vehículos e inmuebles".

Los destrozos por toda la zona donde ha pasado este tornado han sido cuantiosos, aunque no se tienen noticias de momento de daños personales. En estos momentos está cayendo un impresionante chaparrón sobre Benalmádena con una impresionante tormenta acompañada de fuerte aparato eléctrico.