Cáritas pidió ayer la implantación de la renta básica como garantía para erradicar la pobreza, lo que solventaría la situación de 50.000 familias que viven en la provincia de Málaga bajo este umbral. El secretario general de Cáritas, Francisco Jiménez, destacó en rueda de prensa que todo ciudadano tiene derecho a una vivienda digna, por lo que esta necesidad básica "no puede estar regulada por el mercado".

"Las personas con niveles de pobreza elevados destinan el 45% de sus ingresos a cubrir la hipoteca o el alquiler", informó Jiménez, quien recordó que otro de los pilares para erradicarla serían medidas o soluciones que garanticen la permanencia del empleo.

En este sentido, el presidente del PP en Málaga, Elías Bendodo, que visitó ayer las instalaciones de la institución para conocer los índices de la pobreza en Málaga, señaló que su partido presentará mociones en los consistorios de la provincia para que se apruebe la Ley de Inclusión Social, que promueve, entre otros asuntos, la renta básica.

"La labor de Cáritas es impagable, fundamental" manifestó Bendodo, y añadió que en su reunión ha descubierto la cifra "cada vez más alta" de jóvenes parejas que no pueden pagar hipotecas, luz, agua o incluso alimentos.

Además, ha destacado que el número de personas en esta situación crecerá aún más, como en los últimos tiempos, "en que hemos pasado de un turno en los comedores sociales municipales a tres".

Explicó que muchas de estas parejas han vuelto a casa de sus padres para acabar con estas cargas, y ha relatado que ha aumentado la cifra de progenitores que piden ayudas porque sus hijos han vuelto.