El obispo de Málaga, Jesús Catalá, ha descartado totalmente la posibilidad de que se organicen procesiones el Sábado Santo, tal y como aspiran algunas hermandades de la capital y como así se recoge en sus estatutos. Catalá dejó claro, en su primera reunión con representantes de la Agrupación de Cofradías, el carácter "alitúrgico" de esta jornada desde el Concilio Vaticano II, lo que implica que la Iglesia "no celebra nada ese día".

El prelado zanja así una petición planteada por la hermandad de la Santa Cruz en el año 2007 al anterior obispo, Antonio Dorado Soto, para salir en Sábado Santo. De hecho, el Descendimiento incluye también en sus estatutos la posibilidad de salir ese día y algunas hermandades del Viernes Santo no veían con malos ojos la ampliación de las jornadas procesionales. Sin embargo, ya en ese momento Dorado Soto dejó claro que no estaba de acuerdo con organizar procesiones ese día, postura refrendada por Jesús Catalá.

Los argumentos esgrimidos por el prelado se basan en el propio sentido del Sábado Santo como día de preparación y expectación ante la Resurrección de Jesús. De hecho, Jesús Catalá reiteró que la Iglesia considera el día como "alitúrgico" y por tanto "no hay celebración de la Eucaristía, no hay celebraciones de la Palabra, no hay absolutamente nada porque toda la Iglesia está en silencio contemplando la muerte de Jesucristo y a la espera de la Resurrección", según sus palabras, recogidas por DiócesisTV.

El obispo de Málaga dio un paso más e invitó "a los 60.000 cofrades malagueños a que celebren la Vigilia Pascual en su parroquia". El prelado insistió en que esta vigilia, en la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección, es la celebración más importante del año de la Iglesia "y no hay ninguna que se le asemeje, ni siquiera la Navidad". Catalá insistió especialmente en que la Cuaresma y la Semana Santa va enfocada a la celebración del triduo pascual.

Además, Jesús Catalá animó a los cofrades malagueños a que no se dejen influir "por fuerzas, grupos o personas, con débil pertenencia a la Iglesia y que han querido vaciar las procesiones del sentido de la fe".

Para el obispo, la vida cofrade "es un camino de fe" y por eso reiteró: "Qué nadie de fuera nos diga qué tenemos que hacer".

Sobre la próxima Semana Santa, anunció que este año la pasará en la capital para conocer las procesiones, aunque adelantó que en futuros años visitará otros municipios de la diócesis.