Se puede afirmar sin temor a equivocarnos que la Costa del Sol estaba destinada a ser uno de los destinos turísticos más importantes y conocidos del mundo. Málaga asumió ya a finales del siglo XIX que el turismo sería el modelo productivo sustancial que cambiaría su estructura productiva y permitiría su desarrollo económico, social y demográfico. Un grupo de empresarios de la provincia advirtió ya en 1897 la potencialidad de su privilegiado clima y creó la Sociedad Propagandística del Clima y Embellecimiento de Málaga. Fue la primera institución que se dedicó a difundir sus bonanzas para atraer turistas y, por qué no, en aplicar un proceso innovador. Y funcionó.

Surgieron hoteles como el Príncipe de Asturias, Caleta Palace, Niza, Reina Victoria, Castillo de Santa Clara, Parador de Montemar..., que acogieron a principios de siglo XX a los primeros miles de turistas de una incipiente industria que con el tiempo resultaría formidable. Pero fue a partir de los años 50 cuando la actividad turística se expandió y consolidó tanto en términos de oferta como de demanda. Fue en esa década, el 31 de mayo de 1959, cuando abría sus puertas el primer establecimiento de lujo de la zona, el hotel Pez Espada, que cumple 50 años y que ha sido una verdadera escuela para profesionales del sector.

Su inauguración coincide casi en el tiempo con la primera transformación del sector. Se fue pasando de un turista más elitista y minoritario de principios de siglo a un turismo de masas. Eran tiempos en los que la Costa del Sol crecía año tras año a ritmos vertiginosos. En un cuarto de siglo se pasó de los 36 hoteles y casi 2.000 plazas de 1950 a los 168 establecimientos y más de 35.000 camas de 1975.

Y si ya fue innovador a finales del siglo XIX, también este destino fue pionero en adaptarse a las nuevas exigencias del turista. El cliente pasivo de las décadas de los 60 y 70 pasó en los 80 a uno más activo que demandaba nuevas motivaciones al tradicional sol y playa. Nacía la oferta complementaria a la par que las instituciones, empresarios y trabajadores apostaban por aumentar la competitividad del destino, por mejorar sus productos, los alojamientos, la promoción, el trato con el cliente... o el entorno. Esa permanente adaptación a los cambios o la anticipación a los nuevos retos son los que permiten a la Costa del Sol seguir al frente del turismo en España. Hoy en día, la provincia de Málaga es el destino turístico por excelencia de Andalucía y uno de las líderes del movimiento turístico del país. Supone en torno al 35% del turismo en Andalucía y sólo en 2008 acogió más de 17,3 millones de pernoctaciones hoteleras, el 40% de la comunidad, a pesar de la crisis global.

Motor del turismo andaluz, su fortaleza turística es incontestable. Pero aún así, un destino que tantas y tantas alegrías nos ha dado necesita una parada y fonda. Una reflexión profunda sobre su futuro. Por ello, la Junta de Andalucía y el Gobierno, en colaboración con ayuntamientos, empresarios y sindicatos, está desarrollando el Plan Qualifica. Su objetivo es claro. Reorientar el modelo turístico de la Costa del Sol mediante el diseño de estrategias basadas en la rehabilitación cualitativa del espacio turístico y el patrimonio, bajo las premisas de la sostenibilidad ambiental, mayor rentabilidad y apostando por la diferencia frente a la estandarización. Se trata de la mayor inversión acometida en España en materia de turismo, 335 millones de euros, y que ya tiene comprometidos más de 70 millones de euros en diversos proyectos, que permitirán que este destino salga aún más fortalecido y competitivo.

Pero la actuación de la Junta de Andalucía no se limita a esta ambiciosa actuación en el litoral occidental, sino que tiene en marcha 17 actuaciones en materia de planificación turística que afectan a 84 municipios y generarán una inversión cercana a los 424 millones de euros, de los que la Consejería de Turismo aporta algo más de 171 millones de euros. A estos planes se sumará en breve el Plan Turístico de la Ciudad de Málaga, una inversión sin precedentes, 22,1 millones de euros, para posicionar a la capital como referencia del turismo cultural y urbano.

Si la Costa del Sol fue de las primeras en apostar por el turismo como eje de su desarrollo o fue pionera en adaptarse a los cambios, ahora es necesario una nueva orientación para ser más competitivos. Y esa nueva orientación pasa por reafirmar que el turismo ha dejado de ser un sector para convertirse, por derecho propio, en una industria determinante de la evolución económica. Y esto supone pasar de hablar y trabajar en destino y promoción a incorporar los recursos turísticos que forman parte de él. Supone hablar y trabajar en innovación aplicada ya que el turismo como cualquier industria necesita aplicar procesos innovadores para garantizar sostenibilidad y la competitividad. Sé que este reto no es fácil, pero ahora, como en otros tiempos de dificultades, es el momento de dejar mirar hacia la crisis y concentrarnos en avanzar. Debemos ser capaces de reciclar la adversidad para convertirla en oportunidad. Para ello es necesario acometer un revolución apostando por la innovación, la excelencia y la calidad. La inversión en I D i es la única que tiene capacidad para crear valor presente y futuro y dar solidez a nuestra industria.

Para alimentar a esta revolución en ciernes, la Consejería de Turismo tiene en marcha varios proyectos como el Laboratorio de Inteligencia Turística que se ubica en Marbella y que generará conocimiento para transferirlo de forma masiva a las empresas para hacerlas más competitivas. O la ‘Comunidad Virtual Turística’, un paso más en los ya usuales portales. Vamos a construir una potente plataforma de comercialización a través de Internet que permitirá a las empresas andaluzas vender sus productos y servicios turísticos con todas las garantías. A esta herramienta le sumaremos la participación activa del turista. Y el nuevo sistema de información turística en la Costa del Sol como proyecto piloto para toda Andalucía cuyo eje fundamental será la incorporación de las nuevas tecnologías de forma que el turista tenga a su alcance la información turística las 24 horas del día.

Son sólo algunas perlas que adornarán ese collar mágico llamado Costa del Sol al que le iremos sumando nuevos procesos como el II Plan de Excelencia Turística o la creación de nuevos productos turísticos innovadores asociados a segmentos emergentes o una nueva reorientación del Plan Director de Marketing 2009-2011. Sin duda trabajamos en una clara apuesta por un concepto global y avanzado de la innovación, vinculado al conocimiento como elemento diferenciador que genere valor añadido a nuestro destino y a una nueva cultura empresarial que garantice en el futuro losa mismos éxitos que obtuvo en el pasado gracias al liderazgo compartido entre trabajadores, empresarios e instituciones.