El 4 de agosto del año pasado, ´Línea Directa´ publicó un reportaje sobre el pésimo estado de la calle Sardina, a la entrada de la barriada de Jarazmín.

Desde hace unos tres meses, la situación ha cambiado en su mayor parte, aunque todavía queden cosas por hacer. Esta vía impracticable ha vuelto a ser transitable gracias a un arreglo realizado por el Ayuntamiento con los presupuestos participativos.

Ya el pasado verano, la concejala de Málaga Este, Teresa López, comunicó a esta sección que el arreglo estaba incluido en esos presupuestos y fue ella quien informó del definitivo arreglo.

El arreglo consiste en una nueva acera para esta calle, en realidad una pronunciada cuesta, de ahí que las aceras sean en su mayoría antideslizantes. Las anteriores, por cierto, fueron puestas por los propios vecinos. Además, la calle Sardina ´luce´ ahora varias farolas que antes nunca había tenido.

El principal beneficiado de esta obra es Eduardo Bueno, de 57 años, que desde hace cerca de una década padece una enfermedad degenerativa, una esclerosis lateral que le obliga a estar en silla de ruedas.

Para Eduardo era un suplicio tener que bajar todos los días esta cuesta, con la calzada semihundida, las aceras impracticables y una tupida vegetación de palmeras que hacía imposible avanzar por ella. "Lo tenían que sacar dos o tres personas", recuerda Manuela Molina, su mujer.

Ahora la situación ha cambiado y aparte de la acera y las nuevas farolas, la ´tupida vegetación´ se reduce a una palmera, por cierto sin podar desde hace años, ya que el resto se ha perdido.

Pepi, la cuidadora de Eduardo, lamenta sin embargo que el arreglo no haya incluido la calzada, casi un queso gruyere, aunque, por otra parte, también destaca que durante las obras se taparon muchos de esos agujeros. De paso, indicó a los trabajadores la necesidad de una rampa para minusválidos, que la instalaron para que Eduardo pudiera bajar sin contratiempos. "Más vale tarde que nunca", sentencia Manuela Molina.

Lo que sigue sin solución es el arreglo del tramo vecino del arroyo del Judío, competencia de la Junta.

"La tubería está atorada y cuando llueve, empiezan a levantarse todas las tapas de la calle y a salir el agua por ahí". Le toca ahora a la Agencia Andaluza del Agua recoger el guante y arreglar este veterano ´desarreglo´.