Los premios anuales que convoca el Consejo Social de la Universidad de Málaga quieren buscar el modo de salir de la crisis económica y galardonará a aquellos investigadores de la comunidad universitaria que presenten el mejor trabajo, relacionado con la inversión en I+D+i, que aporte soluciones prácticas y aplicaciones reales para remontar la situación económica que asfixia a buena parte del planeta. La investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación se presentan en esta convocatoria como las grandes oportunidades para salir de la crisis.

Esta edición de los premios del Consejo Social de la UMA fue presentada ayer en el rectorado, en un acto presidido por Adelaida de la Calle y que contó con la presencia del presidente del Consejo Social, Francisco Barrionuevo; el secretario de este organismo, Ramón Carlos Morales, y el presidente de la Comisión de Relaciones con Empresas, Juan de Montes.

La rectora expresó su satisfacción por la confianza que el Consejo Social ha depositado en la Universidad para la búsqueda de soluciones, respuestas e ideas adecuadas con las que paliar la crisis. "El Consejo Social, precisamente, representa a la sociedad, y esto quiere decir que los ciudadanos, que de una u otra manera se ven afectados por la crisis económica, creen que la comunidad universitaria está capacitada para aportar soluciones a una situación económica tan compleja", destacó la rectora.

En este sentido, Francisco Barrionuevo destacó la utilidad y necesidad del tema elegido en esta séptima convocatoria de los premios, ya que al tratarse de una crisis económica de repercusiones internacionales, Málaga también la padece, "más aún si tenemos en cuenta que nuestra economía está acoplada a lo que sucede en otros países de la Unión Europea, por el turismo; y el crecimiento experimentado en los últimos años se ha sustentado principalmente en la conocida como economía del ladrillo", recordó. Barrionuevo explicó además que la filosofía del premio no consiste en que los trabajos se detengan en realizar un diagnóstico de la situación, "que ya hay muchos". "De lo que se trata es de ir más allá, de que los investigadores centren sus trabajos en buscar medidas para combatir la crisis".

Aspectos como la capacidad innovadora, la aplicación empresarial y la repercusión industrial, social, económica o científica se tendrán en cuenta en la calificación de los trabajos, cuyo plazo de admisión finaliza el 15 de junio de 2010. El estudio ganador será premiado con 18.000 euros y además, a juicio del jurado, se podrán conceder hasta dos accésits de 6.000 euros cada uno. La extensión mínima de los trabajos será de 100 folios.