El Ayuntamiento de Málaga demanda mayor celeridad en la puesta en marcha de la denominada tercera depuradora de la capital, una infraestructura que, según el espacio reservado en el planeamiento urbanístico, se ubicaría cerca de la segunda pista del Aeropuerto y que, de acuerdo con la Junta, ya está en fase de redacción.

El gerente de Emasa, José Luis Rodríguez, lamentó ayer la demora en el proyecto, del que dijo no conocer ningún tipo de avance, tanto en sus trámites iniciales como estrictamente prácticos. "Ni siquiera sabemos quién la va a pagar", señaló. El responsable de la empresa municipal de agua aseveró desconocer las razones del retraso y apeló a la comparación con otras provincias, donde, según dijo, se han completado iniciativas similares con fondos de la Unión Europea.

Durante su participación en el foro de saneamiento integral, celebrado ayer en el hotel Monte Málaga, Rodríguez puso el énfasis en los beneficios que comportarían las instalaciones, a las que atribuyó la capacidad de cubrir las necesidades de alrededor de 150.000 personas. Un montante que serviría para mejorar el trabajo de las dos maquinarias que operan en la capital, situadas, respectivamente en el Peñón del Cuervo y en las proximidades del polígono del Guadalhorce.

El representante municipal aseveró que el proyecto tendría un coste de alrededor de 70 millones de euros, cantidad en la que incluye los colectores y tuberías necesarias para mejorar el enlace con otros puntos de conducción. Una inversión que para el presidente del foro del saneamiento, Salvador Vilches, tiene muy poco de capricho y mucho de necesidad. "Hará falta para hacer frente al incremento de población. La demanda, de aquí a tres años, será muy superior", razonó.

Las perspectivas que maneja el Ayuntamiento también hablan de apremio y de insuficiencia para satisfacer los requerimientos de una ciudad con tendencia a la expansión demográfica: "La del Guadalhorce se quedó pequeña en el mismo momento que se inauguró", puntualizó Rodríguez.

La depuradora que solicita el Consistorio es una de la de las dos que la Junta de Andalucía tiene previsto construir en el entorno de la comarca del Guadalhorce, según refleja el plan de ordenación del territorio, que define sus respectivas ubicaciones en las inmediaciones de los ríos Campanillas y Grande. En el caso de la que operará en la capital, el documento hace mención a su cometido, que trasciende los límites de Málaga para ocuparse también de las necesidades de los municipios de Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande y Cártama. Un aspecto que para el gerente de Emasa constituye un valor añadido para acelerar la construcción en los próximos meses. "La estación tratará las aguas residuales procedentes de la zona de Puerto de la Torre y la parte occidental de Málaga", subrayó.

El portavoz de Emasa situó la infraestructura entre las propuestas más urgentes para avanzar en el saneamiento de las aguas de la capital, aunque también se refirió a otros puntos, entre ellos, la contaminación de vertidos que padece el Guadalhorce. Un problema que, en su opinión, se acrecienta con las lluvias, especialmente por la magnitud violenta e intermitente que adquieren en Málaga.

Por otro lado, Rodríguez presentó también una iniciativa para aprovechar las aguas freáticas que discurren por el trazado de la línea 2 del metro, que serán retiradas, presumiblemente, para evitar filtraciones. Según el experto, estos recursos, alrededor de 1.500 metros cúbicos, se podrían reutilizar en el baldeo del conjunto de las calles y jardines de la Carretera de Cádiz.

El foro del saneamiento, al que no asistió finalmente el director de la Agencia Andaluza del Agua, Juan Paniagua, concitó también a otros ponentes como el consejero delegado de Acosol, José Bernal, quien analizó algunas de las gratificaciones aparejadas al tratamiento terciario. "Apenas nos faltan unas conducciones para lograr que la totalidad de los campos de golf de la Costa sean regados con agua reciclada", indicó.