Es una verdad con visos de ser universalmente reconocida que Málaga tiene una larga y estable relación con la desidia, una verdad aplicable a toda la provincia, desde tierras del interior a territorios costeros. Y parece ser que el saneamiento integral va a conseguir el título del proyecto del despropósito, la desidia o cualquier otro adjetivo que conlleve algo negativo. ¿Cuántas fechas más vamos a tener que reflejar? Que si 2008, que si 2012, ahora 2015, palabras que se quedan en nada cuando llega el año clave y que dejan como herencia esa mala imagen que se encuentran turistas y nativos cuando en verano las playas se convierten en un mar impracticable y de vergüenza ajena y propia.

Si queremos vender una Costa del Sol del siglo XXI el saneamiento integral debe ser la máxima prioridad para las administraciones. Aquí no valen enfrentamientos políticos y siglas de distinto color como excusa para no acabar las obras pendientes, unas obras que van a durar más que las del Escorial… sobre todo si se tiene en cuenta que alguna aún está por comenzar. Y este hecho no tiene justificación alguna. Por derecho, por potencial, por la simple razón de que se lleva pidiendo desde hace ya más de cuarenta años, por responsabilidad política, por orgullo… muchas son las razones que empujan a exigir, a demandar sin demora alguna la finalización del saneamiento integral de la Costa del Sol. Y si puede ser antes de 2015 mucho mejor. Málaga se merece, de una vez por todas, dejar atrás la desidia. ?