Un favor que le podría salir muy caro. Esta es la historia de un agente de la Guardia Civil destinado en Málaga al que el instituto armado le ha abierto una investigación interna de carácter administrativo por una supuesta revelación de secreto. De confirmarse esta situación, el agente podría enfrentarse a un expediente disciplinario o, incluso, a una posible expulsión del instituto armado.

Todo comenzó hace un par de semanas, cuando, según las fuentes consultadas, un familiar del agente le pidió un favor personal. Concretamente, esta persona le solicitaba el nombre completo y la dirección de una tercera persona a través de la matrícula del vehículo de ésta. Al parecer, esta petición pudo ser atendida por el agente sin que éste preguntara el motivo de la misma ni, por tanto, por sus fatídicas consecuencias.

Pelea. Según las mismas fuentes, una vez que esa información llegó a manos del solicitante, éste la utilizó para trasladarse hasta el domicilio del tercer protagonista, lugar en el que por motivos que se desconocen ambos protagonizaron una pelea. Según fuentes de este periódico, los protagonistas del altercado fueron interrogados por estos hechos. En su comparecencia, tras ser preguntado por cómo había conseguido la información de la que había hecho uso, el familiar del agente de la Guardia Civil reconocía abiertamente la procedencia de la misma. Fue a partir de ese momento cuando se iniciaba una investigación interna de carácter administrativo contra el agente para demostrar si realmente hubo revelación de secreto.

Esta versión es radicalmente opuesta a la que tuvo acceso La Opinión de Málaga por parte del entorno del agente. Aunque sí reconocían la apertura de ese expediente informativo, las fuentes consultadas aseguraban que la presunción de inocencia es total. El agente sigue ejerciendo en su destino.