Los empresarios malagueños señalan que, pese a que el panorama sigue siendo oscuro, se perciben síntomas de reactivación económica tras el verano de este aciago 2009. Nada puede salvar un año en el que la provincia de Málaga puede llegar a perder hasta 6.000 empresas y, con poco más de 48.000 sociedades, retrotraerse a niveles del año 2004, pero por los menos sí pueden encontrarse motivos para la esperanza. El último barómetro empresarial de PricewaterhouseCoopers señala que el 52% de los encuestados opina cree que la crisis no se superará hasta 2011, mientras que otro 32% es aún más pesimista y emplaza la plena recuperación para 2012. Queda un 12% que sí espera una normalización en este 2010 que entra y que encajaría con empresarios que ya empiezan a percibir estos síntomas de mejora. "Siempre es tiempo de oportunidades si se tiene una buena idea. Nosotros animamos al que viene y quiere poner una empresa, pero le advertimos de que hay que tener los pies en el suelo, y ahora más que nunca", afirma el presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), Daniel Rodríguez.

El profesor del Instituto San Telmo y director del programa 50 K de tutela empresarial, José Manuel Sánchez, afirma que los empresarios que hayan sobrevivido se están encontrando "oasis en el desierto", con sectores donde la mortalidad ha sido tan alta que esos supervivientes van a encontrar un terreno de actividad con mucha menos competencia que antaño. "La paradoja es que en algunos campos económicos ha desaparecido mucha oferta, más que lo que reclamaba el bajón de la demanda y ahora, a poco que repunte el consumo, el que haya quedado va a tener negocio por delante", explica. Entre estos sectores cita el agroalimentario, segmentos del industrial o empresas del sector servicios y del turismo, caso de los propios hoteles ¿Y la construcción? "También, pero tiene una casuística especial. Son los ´apestados´ de esta crisis, y los bancos han dado orden de que, por el momento, no haya créditos para negocios relacionados con el ámbito inmobiliario", dice.

El tema de la falta de créditos es una de las claves del asfixiante momento que pasan las empresas, aunque año y medio después de que la crisis estallara también se puede sacar una conclusión positiva. "Las empresas han aprendido a vivir con sus propios recursos diríamos que casi en una constante economía de guerra. El buen empresario ha sabido reajustarse, sabiendo que acceder hoy día a la financiación bancaria externa es muy complicado", señala.

Con informaciones de Blas Gil, Carmen Fernández, Juanjo Zayas, María Albarral y Noelia Andrade.