Los vecinos de la zona no daban crédito a lo ocurrido. Antonio S. F., un albañil de 54 años que se encontraba en el paro desde hace un tiempo, fue abatido ayer a tiros por dos agentes de policía después de que el fallecido, presuntamente, abriera fuego contra ellos con una escopeta de caza. El balance fue fatal. Los agentes resultaban heridos, uno de ellos de gravedad, pero finalmente conseguían abatirlo.

El tiroteo tuvo lugar cerca de las 17.00 horas de la tarde a la salida de Santa Rosalía Maqueda, a apenas unos metros del Restaurante Camposol. Allí terminaba una breve persecución en la que un coche patrulla de la Policía Nacional conseguía sacar de la carretera de un volantazo al vehículo que conducía Antonio, un Seat Inca de color verde. Apenas pasaron unos segundos cuando, presuntamente, el fallecido comenzó a disparar con su escopeta de caza contra los agentes que le acechaban. Fuentes consultadas por este periódico aseguran que no fueron menos de cuatro, situación que obligó a los agentes a desenfundar sus armas para repeler la agresión. Éstos, según las mismas fuentes, necesitaron al menos otros cuatro disparos para defenderse, dos de los cuales alcanzaron al agresor en el costado izquierdo y otros dos en la espalda.

Problemas

En ese momento acababa una historia que comenzó en la sobremesa. Según comunicaban ayer desde la Comisaría Provincial de Málaga, la sala del 091 recibió sobre las 16.30 una llamada que informaba sobre un posible episodio de violencia familiar. Estos hechos se localizaban en una vivienda de la calle La Paz, lugar al que presuntamente acudió el fallecido después de haber discutido acaloradamente con su hija.

Según la policía, llevaba un arma blanca con la intención de agredir a su hija y a la pareja de ésta. Según fuentes de la Policía Local, el joven tiene conocimientos de artes marciales y consiguió arrebatar el arma al fallecido y echarlo de la vivienda. Según la versión oficial, la hija R. S. S. G., de 31 años de edad y su pareja sentimental E. R. resultaban heridos al repeler la agresión.

Escopeta

Sin embargo, los vecinos aseguran que Antonio no se dio por vencido y se fue en busca de su escopeta de caza, deporte del que era muy aficionado. Con ella volvió y pegó un tiro a la fachada de la vivienda, contigua a la suya, y se marchó en su vehículo. Era entonces cuando esa información llegaba a la Policía Nacional y se iniciaba el protocolo de actuación para el auxilio de las víctimas y localización del presunto autor de los hechos. La policía lo detectaba a la salida de la barriada en dirección hacia la capital y se desencadenaba el trágico final. Según los vecinos consultados por este periódico, Antonio, conocido por todos como ´El Manzanillas´, "era una buenísima persona", pero dejaban caer un problema que comenzó hace unos meses. Así lo explicaba un vecino de la misma calle, quien indicó que el fallecido no había aceptado la separación de su hija de su antigua pareja, hace ya cuatro o cinco meses. "Ella rehizo su vida con su actual novio y su padre nunca lo aceptó. La pareja se fue a vivir de alquiler y ahora querían volver a la casa que está junto a la de Antonio", añadió compungido un vecino de la misma calle. A ese mismo sitio, y a lo largo de toda la tarde-noche, acudieron amigos y familiares para apoyar a una familia rota por los acontecimientos. "Estoy viva de milagro", acertó a decir la hija del fallecido en la puerta de su vivienda.