Después de tres intentos por parte de la Consejería de Educación de la Junta de que los centros suscriban el Plan de Calidad y Mejora de los Rendimientos Escolares, que prima económicamente a los docentes que logren que sus alumnos saquen mejores notas, la mayoría de los institutos andaluces y malagueños, en particular, siguen rechazando esta iniciativa.

El 80% de los centros de Secundaria, según la Asociación de Profesores de Instituto de Andalucía (Apia), da la espalda a un plan que, según dice Gonzalo Guijarro, portavoz en Málaga, "lo único que trata es de comprar aprobados".

"El fracaso es rotundo", señala Guijarro. Este sindicato ha realizado encuestas entre todos los institutos andaluces y ha podido constatar que 729 de los 893 centros existentes en la comunidad lo han vuelto a rechazar. La Junta de Andalucía, sin embargo, aún no ha publicado en el BOJA la resolución de la última convocatoria, que finalizó poco antes de las vacaciones de Navidad.

"Los profesores han optado por defender su dignidad", añade Guijarro. Además, según Apia, "en los centros acogidos al plan ha podido detectarse una inmediata división en los claustros, en los que el ambiente de trabajo ha empeorado". Para Guijarro, "la cosa es comprensible; cada alumno que es suspendido por un profesor no acogido al plan pone en peligro el cobro del incentivo por los que sí están adscritos a él".

División. Por lo demás, el portavoz de Apia denuncia que "en los centros que sí se han adscrito al plan no se ha realizado ninguna labor distinta a las que se llevan a cabo en los no adscritos". La mejora del rendimiento escolar en estos centros parece cifrarse exclusivamente "en alguna que otra reunión de los profesores que cobran los incentivos". Los que se apuntaron el primer año llevan ya cobrados 1.800 euros sin que hasta ahora se hayan detectado mejoras en los centros. "No ha habido evaluación interna ni externa que sirva para saber si, efectivamente, se han mejorado los resultados en estos centros y, sin embargo, los profesores están cobrando este plus desde el principio", insiste Guijarro.

Apia denuncia que Educación tampoco ha cumplido su promesa de mejorar las plantillas en los centros adscritos al plan, dándose la circunstancia de que en alguno de ellos este curso se haya comenzado con hasta siete profesores de menos y sin conserjes. Y la cobertura de bajas perfectamente previsibles se ha demorado en algunos casos hasta mes y medio.

Apia es uno de los sindicatos que abanderan el ´no´ al plan. CCOO, por su parte, está a favor de esta iniciativa que persigue combatir los bajos rendimientos escolares a través de incentivos económicos al profesorado. Félix Martín, responsable de Enseñanza Pública, matiza que aunque la mayoría de los centros no se hayan adherido al programa, "la mayoría de los profesores sí están a favor". Sin embargo, considera que el listón para aprobar la aplicación de la orden está demasiado alto, ya que es necesario el voto afirmativo de dos tercios del claustro. Es, para CCOO, una de las principales razones por las que la mayoría de los centros, sobre todo los de Secundaria, "que son más grandes y de funcionamiento más complejo".

Martín asegura que el 60% de los docentes consideran que es positiva la puesta en marcha de esta iniciativa pionera en España, y de carácter voluntario, para los colegios e institutos. Por este motivo, CCOO está trabajando para lograr que en próximas convocatorias baste con la mayoría simple del claustro para poder incorporarse al plan.

Fracaso escolar. Mientras que Guijarro opina que aceptar esta plan significaría asumir ante la opinión pública que la culpa del fracaso escolar en Andalucía es de los profesores, de una supuesta falta de compromiso, que necesitan cobrar más para esmerarse en su tarea educativa; Martín sostiene que las elevadas tasas superiores al 30% de abandono prematuro de los estudios que aún registra la comunidad autónoma, la auténtica asignatura pendiente de la educación andaluza, bien merece esta prima salarial ya que a los docentes se les exige más.