La dirección de Ifema debería revisar para próximas ediciones la organización de la jornada inaugural de Fitur. Son tantos los impedimentos que ponen para entrar en el recinto ferial que hay profesionales que directamente han optado por no venir el primer día. Ayer, sin embargo, la situación era bien distinta. Siguió notándose, desde luego, menos afluencia que en años anteriores, pero comparada con el nivel de visitantes del día anterior podía verse un notable aumento. Sobre todo, y eso es lo importante, en los pabellones 6 y 8, que están ocupados por la representación empresarial.

En el pabellón andaluz, la jornada empezó bien temprano, a pesar de que algunos se habían acostado bastante tarde la noche anterior con la excusa de la cena que ofreció el Ayuntamiento de Málaga en el restaurante ´Txistu´. La celebración del ´desayuno antequerano´, sin embargo, es ya una cita ineludible en la liturgia de Fitur. Este año, además, con más razón, ya que la ciudad del Torcal ha tirado la casa por la ventana para celebrar el sexto centenario de su incorporación a la Corona de Castilla.

El regidor, Ricardo Millán, acompañado por su concejala de Turismo, Pepa Sánchez, y la presidenta del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de la localidad, Silvia Jurado, hicieron de anfitriones para las decenas de invitados que se pasaron por el ´stand´ de la Costa del Sol. Entre ellos la consejera de Cultura, Rosa Torres, que presentó un manuscrito en el que ya en el siglo XVI se hablaba de los famosos molletes.

Decir jueves en Fitur es hablar de los municipios, ya que suele ser el día escogido por los diferentes ayuntamientos para presentar sus ofertas turísticas. El ´pelotazo´, desde luego, lo dio el alcalde de Mijas, Antonio Sánchez, que en la presentación del parque jurásico que va a construir en la localidad se hizo acompañar por su concejal de Turismo, Fuensanta Lima; el presidente del Patronato, Salvador Pendón; y el diputado nacional Luis Tomás.

Pero otros muchos pueblos tuvieron también su ´minuto de gloria´. El de Álora, por ejemplo, a las dos de la tarde. Y es todo un clásico. Cuando el alcalde de la localidad, José Sánchez, y su concejal de Turismo, Sonia Ramos, se ponen a repartir las raciones de sopas perotas no cabe un alfiler en el ´stand´ costasoleño. Y es que, aunque de Fitur se pueden decir muchas cosas, y no todas buenas, sigue teniendo algo que engancha. O debe de tenerlo porque si no no se entiende muy bien que hasta los ´ex´ sigan viniendo por aquí año tras año. Es el caso, por ejemplo, de Marcelino Méndez Trelles, ex director general de Promoción. O de José Prieto, ex presidente de Aehcos.

Después de comer y casi por sorpresa se presentó también en el pabellón andaluz el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, y el secretario de Estado de Política Territorial, Gaspar Zarrías. Los dos tienen a sus espaldas muchos ´fitures´, pero el de ayer debió parecerles totalmente diferente. Ya no son ellos los que cortan la cinta inaugural ni dan los premios ni protagonizan paseos multitudinarios por los pasillos de Ifema. Es evidente que continúan teniendo cargos de altísima responsabilidad, pero el mundo del turismo se mueve con parámetros de interés. Sic transit gloria mundi.