En 1973, Pepe Bornoy publica el libro ´004 y medio IBM y compañía´, casi una simbiosis entre la poesía y el lenguaje binario de las ´computadoras´ (la palabra ´ordenador´ llegaría mucho después).

Coincidió el año 95 con una reforma en su casa que llenó el estudio de materiales de obra. A eso hubo que sumarle problemas de salud: el médico le aconsejó que dejara de pintar tantas horas, entre 12 y 14 al día, por la ingestión de plomo en la sangre a causa de la pintura (Pepe Bornoy solía pintar además mucho con las manos).

Ante esta doble dificultad, el artista malagueño decide ´reciclarse´ y convertirse en pintor digital. "Ahora es el momento de comprarme un ordenador y empecé con dos o tres libros de ´photoshop´ y ´core´". Dos años más tarde abre la primera página web del mundo dedicada a un pintor digital y en el 99 expone en Málaga en la calle Ollerías el resultado de nueva etapa.

Para Pepe Bornoy, "el ordenador tiene todas las herramientas de un pintor, pero además te ofrece todo, con una paleta de 17 millones de colores, cuando el ojo humano distingue a lo sumo 200 y pico". El pintor no ve mucha diferencia con la pintura tradicional porque, resalta, "lo que importa es el resultado final, no cómo lo has conseguido".

En 2001, expuso en el museo de la ciudad su muestra ´Naturas´, arte digital sobre la naturaleza. Un libro recopilatorio recogería estas pinturas digitales, acompañadas de textos de escritores y poetas como José Antonio Muñoz Rojas, Antonio Gala, Manuel Alcántara o Pablo García Baena.

En 2009, el delegado de Cultura pidió a la Academia de San Telmo un proyecto para Málaga 2016. Los académicos propusieron un Museo de Arte Digital en la casa estudio de Pepe Bornoy.

El artista malagueño, que está encantado con la propuesta, señala que la obra digital apenas tiene costes porque "cabe en un pen-drive". Si el proyecto se lleva a cabo, la casa estudio de Pepe Bornoy sería un espacio expositivo para los artistas digitales de todos los ámbitos.