El titular del juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, Óscar Pérez, ha cerrado la instrucción de la pieza separada del ´caso Malaya´ en la que estaban siendo investigados el ex alcalde de Marbella Julián Muñoz; su ex esposa, Maite Zaldívar; su ex pareja Isabel Pantoja, y once personas más por blanqueo de capitales. Transforma la causa en procedimiento abreviado (las penas a imponer son menores a nueve años de cárcel) y da diez días a las partes para que pidan la apertura de juicio oral o el sobreseimiento del proceso.

En el auto, el juez establece que ya en 2002 Isabel Pantoja mantenía relaciones con el Ayuntamiento de Marbella. Pérez, incluso, describe el inicio de la relación sentimental entre la tonadillera y el ex regidor. "Señalar, en fin, que era de dominio público que ambos mantenían una relación sentimental, siendo el momento de plena exteriorización de esa relación la peregrinación a la romería del Rocío en junio de 2003", señala.

Acto seguido, destaca "la confianza" existente entre ambos a partir del segundo semestre de 2002. "Pantoja se relacionó con una persona implicada en actividades ilícitas y de la que resultaban importantes beneficios económicos, siendo razonable pensar que la naturaleza de la relación le permitía conocer aquella circunstancia", aclara el magistrado.

La artista es, por tanto y según el magistrado, "sospechosa de un delito de blanqueo de capitales". "Su propia actividad profesional no justifica la capacidad económica para hacer frente a las inversiones realizadas, amén de estar incursa en una operativa bancaria que, de por sí, se enmarca en una práctica habitual de blanqueo", apunta.

Como ejemplo de las operaciones supuestamente sospechosas de blanqueo por parte de la cantante, pone la compra del apartamento del Hotel Guadalpín. La imputada dijo a presencia judicial que abonó el precio "con 360.000 euros que tenía en efectivo en su domicilio". La escritura de compraventa se otorga por parte de Aifos a favor de Franbel Artist SL el 24 de febrero de 2003. Sin embargo, el instructor aclara que el análisis de la contabilidad de esa mercantil "demuestra que no se incluye en ella dicha compra". Es más, en 2003 y 2004 la sociedad tiene pérdidas considerables. En 2005, es cuando "contabiliza dicha adquisición", en una declaración presentada el 25 de julio de 2006, "dato que cobra especial relevancia puesto que la detención de Julián Muñoz se realizó el 19 de julio de 2006".

El análisis de las cuentas y de las sociedades de la tonadillera no ha conseguido hacer aflorar el pago. En cuanto al chalé ´Mi Gitana´, éste se adquirió en abril de 2004 por 3,36 millones de euros más 235.000 de IVA.

También arrojan dudas las cuentas privativas de la cantante. "Resulta llamativo que sólo durante 2002 –antes de su relación con Julián Muñoz–, sólo ingresó en efectivo 4.816 euros. Sin embargo, en 2003 –coincidiendo en las relaciones con aquel– las imposiciones en efectivo en sus cuentas privativas fueron de 293.497 euros", recalca el instructor. Sin embargo, en su declaración del IRPF sólo declaró ingresos por 132.302 euros. Como ejemplo de ello, el juez afirma que los días 7 y 22 de abril de 2004, y cada uno de ellos, "se produjeron ingresos en efectivo sucesivos de 3.000 euros". Ésta es una práctica habitual –se conoce como ´pitufar´– para eludir los controles bancarios contra el blanqueo de capitales.

En 2004, 2005 y 2006, los ingresos en líquido fueron de 76.104, 31.945 y 73.000 euros, respectivamente. Lo mismo ocurre con las cuentas de sus sociedades, "amén de pagos en efectivo realizados por Julián Muñoz para la adquisición de ganado". Los testigos han ratificado que Muñoz intervenía personalmente en el negocio ganadero de la cantante a través de Franbel Artist.

Ex esposa

También se emplea a fondo el juez con el entorno familiar de Muñoz: éste está formado por Maite Zaldívar, una de sus hijas, y Jesús Zaldívar, imputados todos ellos por blanqueo.

Algunos de los imputados han reconocido que "Muñoz les hacía entrega de importantes cantidades de líquido". De un informe policial, el juez deduce que "resultan claros indicios de un flujo de dinero en las cuentas corrientes de la unidad familiar claramente superiores a los declarados a la Hacienda Pública". Así, por ejemplo en 1998 se han detectado 52.519 euros sin justificar; en 1999, más de 38.000; y en 2000, Zaldívar adquiere las participaciones de Senior Servicios Generales Madrid SL por un valor de 3.500 euros, "siendo lo cierto que la mercantil era dueña de una vivienda y dos garajes". En 2001, el desfase llega a los 109.794 euros.

"Los datos arrojan claros indicios de manejo de importantes cantidades de dinero en efectivo por parte de Muñoz, Zaldívar y su hija, cuyo origen no se explica con el ejercicio de la actividad pública del primero", añade.

Anota en el auto Pérez que la ex esposa, en su declaración, dijo que "cada dos o tres meses llegaba al domicilio con sobres o un maletín. En la caja fuerte llegó a haber hasta 50 ó 60 millones de pesetas, y cuando ella le preguntaba por el origen él le decía que no se preocupara, que era normal y que representaba un porcentaje que pagaban como comisión los constructores".

En cuanto a Jesús Zaldívar, éste reconoció, siempre según el magistrado, haber recibido dinero de Muñoz hasta en cuatro ocasiones: en 2002, 240.000 euros que entregó a Maite para que lo guardara en la caja fuerte; en otras tres veces, a finales de 2001 o principios de 2002, se trataba una de ellas de una bolsa de plástico con dos fajos de billetes de 50 euros de unos diez centímetros de grosor.