El colegio público Jorge Guillén en El Palo pretende desterrar esta semana los atascos de coches para llevar a los niños de Primaria al centro, además en una zona en la que se concentran en pocos metros tres colegios y 1.700 alumnos.

La solución la han encontrado en la Semana del Camino Escolar, un invento que premia a los niños que acuden a clase andando, en bicicleta o al menos en un coche compartido.

"Es un proyecto ambicioso y yo diría que revolucionario porque esto es plantear que los niños vuelvan a ir al colegio andando o en bicicleta", explica Alonso González, profesor del Jorge Guillén.

Durante esta semana, los niños puede ir al colegio siguiendo cuatro itinerarios, uno en bici por el paseo marítimo de El Palo y los otros tres andando, acompañados siempre por adultos. El paseo más largo dura dos kilómetros y medio. Cada alumno cuenta además con un carné de peatón o ciclista con su foto. A esta iniciativa se están sumando a diario, hasta la fecha, unos 40 niños

Además de recorrerlo, los participantes van señalando los problemas que pueden encontrarse: falta de semáforos o de pasos de cebras, escasez de aceras, desperfectos... y van tomando fotos.

Otra de las actividades es medir la velocidad y el ruido que provocan los coches (con un sonómetro) e ir contando el número de ocupantes. "En la mayoría iba una sola persona", destaca Alonso González, que también preside el colectivo ciclista ´Ruedas Redondas´.

Los alumnos también se convierten durante esta semana en guardias municipales y ´multan´, de forma simbólica, a los coches que se amontonan a la entrada del Jorge Guillén cada mañana. "Se las ponen por impedir pasar por la acera o el paso de cebra, los niños las rellenan y les ponen también la edad. Nadie se ha molestado todavía".

El colegio lleva fomentando estos paseos todos los viernes desde hace dos años, pero además ha querido concentrar la actividad en esta semana y llenarla de actividades y premios, por ejemplo, el timbre de una bici para los alumnos que pedalean para ir al cole cinco días seguidos.

Estos grupos de peatones y ciclistas ejemplares también visitarán las tiendas que jalonan el recorrido para "implicar al barrio", cuenta Alonso González, y colocar un logo en los comercios. La idea es que si un niño que acude al colegio a pie o en bici se pierde, las tiendas tengan un teléfono del colegio Jorge Guillén.

El ir publicitando estos paseos entre el comercio sólo busca reforzar un objetivo: "En un futuro creo que no muy lejano los niños podrán ir solos al colegio, andando o en bicicleta, pero para eso habrá que cambiar el barrio totalmente". En el Jorge Guillén creen en las utopías.