El alzheimer es el drama de no poder ni siquiera reconocerse. Es una enfermedad de muy lenta evolución, que provoca la pérdida de células nerviosas del cerebro, y que conduce a problemas de la memoria, la capacidad de reflexión y de tomar decisiones, la orientación espacial, la concentración y el lenguaje. Cuanto antes se detecte que existe este transtorno, el paciente ganará en calidad de vida, ya que el tratamiento se administrará con mayor precocidad. Una empresa de Málaga desarrolla un proyecto para lograr que se adelanten estos diagnósticos a través de un sistema de inteligencia artificial.

Brain Dynamics es una empresa de base tecnológica ganadora de un premio Spin-Off de la UMA que desde el principio tenía el objetivo de aplicar las nuevas tecnologías al ámbito de la salud, y en concreto, al más sabio de los órganos del cuerpo: el cerebro, del que hay tantas cosas aún por descubrir. Su director y socio fundador, Antonio García Linares, explica que en el proyecto participan dos grupos de investigación de la Universidad, uno de ´Inteligencia computacional y análisis de imágenes´, de la Escuela de Informática; y otro de ´Control nervioso de la respiración, circulación y de las emociones´, de la facultad de Medicina.

Un mal extendido. "¿Quién no tiene un familiar o amigo que tiene el mal de alzheimer?", se pregunta. Las previsiones de las autoridades sanitarias, además, apuntan a que cada vez serán más los pacientes que sufran esta enfermedad, entre otras cosas, porque la población está cada vez más envejecida. La detección precoz de este mal será fundamental, además, para ahorrar gastos sanitarios.

El sistema de Brain Dynamics se basa en la utilización de técnicas de inteligencia artificial para obtener diagnósticos a partir de una gran base de datos de imágenes del cerebro de 1.942 sujetos a los que se le han practicado resonancias magnéticas. "El 60% de ellos son personas sanas y el 40% tiene alzheimer, clínicamente contrastado", añade. "Los cambios son tan sutiles, la pérdida de masa gris tan leve, que ni siquiera el ojo del más experto neurólogo es capaz de detectar la enfermedad en su estadio inicial", señala.

Evolución. Es ahí donde entra en juego la inteligencia artificial, un término que a muchos puede resultar aún extraño y que en pocas palabras viene a ser la forma de prever el comportamiento, en este caso, de un cerebro, tras introducir en un programa informático una serie de parámetros objetivos, basándose en la experiencia previa. El sistema, denominado e-BA (Electronic Brain Knowledge Access), se encarga de hacer una recreación de la evolución que ese cerebro va a tener con el tiempo, dividiendo la resonancia magnética en hasta 116 partes. Es lo que denomina mapa cerebral. "Los primeros resultados apuntan a una fiabilidad del 90% en el diagnóstico del alzheimer precoz", destaca García Linares.

Este proyecto está cofinanciado por Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) y la Agencia IDEA. El grupo de investigación de Medicina está ahora trabajando en la segunda fase de validación del sistema, con pruebas aún más exhaustivas.

Los servicios de e-BA permitirán una mejor comprensión de la evolución de la estructura del cerebro humano normal en función de la edad, de sus procesos de envejecimiento y del proceso neurodegenerativo de la enfermedad de alzheimer. De esta forma, podrán utilizarse indicadores de riesgo de padecer la enfermedad y se facilitará el diagnóstico precoz, ya que se podrá diferenciar el proceso evolutivo del envejecimiento cerebral normal del patológico.

¿Cuándo se podrá utilizar este revolucionario sistema en los hospitales? "Creemos y confiamos que en el futuro, este sistema esté tan extendido como ahora las mamografías en las mujeres, que son prescritas cuando la paciente cumple cierta edad y se repiten de forma regular, con el objetivo de detectar de la forma más precoz posible la aparición del tumor", concluye García Linares.