Salvador Pendón está pensando en retirarse a sus cuarteles de invierno. El presidente de la Diputación, que suma décadas de experiencia política a sus espaldas, con una larga trayectoria en las lides locales como alcalde de Ardales y que lleva siete años al frente de la institución provincial, está en periodo de reflexión. Fue a mediodía cuando sorprendió a propios y extraños admitiendo que quizá sea la hora de volver a ejercer como maestro y dedicar más tiempo a su familia. "Ahora mismo no sé, pero igual, a lo mejor, cuando termine la legislatura me vuelvo a la escuela y disfruto de tiempo con mis nietos", declaró en una entrevista en la cadena Ser. ¿Aviso a navegantes o una decisión ya tomada? Lo cierto es que el socialista hace tiempo que no parece estar en sintonía con los actuales dirigentes del PSOE malagueño, una situación que parece que también se da al contrario y que ha alimentado muchos corrillos casi desde que Miguel Ángel Heredia tomó las riendas del partido. Ayer, Pendón admitió que cree "en otras maneras de hacer política". A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Candidato en seis ocasiones a la alcaldía de Ardales, que perdió merced a un acuerdo extraño entre IU y la Falange, su futuro ya no pasaba por esa localidad. En Navidad dejó claro que no pensaba volver a presentarse, pero también aclaró que por su mente no pasaba la idea de abandonar el mundo político. Más bien buscaba otro lugar, otro reto. Puede que ése fuera la lista socialista de la capital, no de candidato, pero sí en un buen puesto, lo que le hubiera asegurado poder optar una vez más a la Diputación. Su nombre siempre ha sonado con fuerza también como consejero. Pero quizá la nueva era Griñán-Heredia haya cambiado todo el paisanaje. Pendón no repitió en la ejecutiva regional y ciertos sectores del PSOE malagueño comenzaron a hablar de su salida. ¿A dónde? Quién sabe si pensaban que no había hueco para él en el nuevo proyecto. Otra vez la falta de sintonía y la guerra solapada. Y cada ´familia´ buscando alianzas. Los de Heredia, los del consejero Luciano Alonso, los partidarios de Pendón, los críticos que ya no lo eran tanto… Reuniones, almuerzos, llamadas de teléfono… La vieja guardia frente al nuevo orden. Unos dicen que el presidente de la Diputación no ha estado muy dispuesto a formar parte del proyecto que lidera Heredia, otros que poco a poco se ha ido tejiendo una laboriosa tela de araña para dejar fuera de los puestos de responsabilidad a Pendón, para dar paso a una nueva camada que está muy alejada de la que representaba el llamado ´country power´, aquella que estaba formada por alcaldes consolidados del interior de la provincia y con fuerza en el organismo supramunicipal, donde Pendón fue antes diputado que presidente.

Y aunque no se escenifiquen en público, los frentes están abiertos. Y también han llegado a la institución provincial. Pero eso no significa que a Salvador Pendón le falten apoyos. Los tiene. Son muchos los que ponen en valor su experiencia política, sus contactos, sus sempiternas fuerzas, su capacidad de superación y de lucha ante la adversidad. En estos años al frente de la Diputación no le ha temblado el pulso a la hora de poner en marcha proyectos de todo tipo, culturales, sociales, económicos. Ha sido un firme defensor del papel que las instituciones tienen que jugar en el equilibrio entre grandes y pequeños pueblos, ha peleado por dar el lugar que se merece al interior de la provincia. Y nadie le puede negar que es un auténtico animal político. De los que no se rinden, de los que miden los silencios y las palabras, de los que valoran la lealtad pero no dejan pasar las deslealtades, y de los que saben cuál es el momento adecuado. Siempre. Por ello sorprendieron ayer sus contundentes declaraciones. Acabado el programa fue imposible contactar con el presidente. No iba a hablar. Lo que tenía que decir ya estaba dicho.

Por cierto, que también se pronunció sobre el candidato a la capital. No se quiso mojar con nombres, pero dijo estar convencido de que los responsables de su partido tenían "la respuesta adecuada". Preguntado por cuándo se decidiría quién va a enfrentarse a De la Torre, contestó que imaginaba que ya estaría elegido. "Me imagino que lo tendrán porque ha anunciado que durante el mes de mayo se va a elegir y el mes de mayo es pasado mañana", ironizó, quizá conociendo que ayer por la tarde Heredia y Griñán se iban a reunir para nombrar al candidato.

El presidente, por el momento, reflexiona. Si finalmente se retira, a buen seguro que ganará en tranquilidad vital, aunque el panorama político perderá a uno de sus capitanes más guerreros. Pero la última palabra aún no está escrita. Puede que, como escribió Benedetti, sus intuiciones se asomen y Salvador Pendón decida que los cuarteles de invierno bien pueden esperar un poco más.