La nube de ceniza del volcán islandés que provocó el cierre de los aeropuertos europeos ha conllevado unas pérdidas en los establecimientos hoteleros de la Costa del Sol que se cifran en cinco millones de euros. Así lo indicó ayer el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Carlos Escribano, quien además solicitó ayudas y promoción para afrontar las posibles repercusiones en la imagen turística.

Escribano manifestó que este problema ha supuesto un duro revés a la ya de por sí complicada situación económica por la que están pasando muchos hoteles de la provincia. En este punto, indicó que la ocupación ha descendido entre un 30 y un 35% durante una semana. "No es una cantidad cualquiera", aseveró, y recordó que abril es el cuarto mes del año en el que más se vende en la provincia de Málaga en materia turística ya que está entre el fin de la temporada baja y el inicio de la alta. Además, a la estimación de cinco millones se han de sumar otras pérdidas "difíciles de evaluar" como el gasto del cliente ya en destino.

Escribano precisó que, además, es el mes principal para la touroperación, fundamentalmente para el mercado británico y también para el alemán. En este punto, confió en que lo sucedido "no arrastre" a otros visitantes y no perjudique la imagen del destino. No obstante, subrayó el "magnífico" comportamiento y la coordinación existente entre el aeropuerto de Málaga, a través de su director, Mario Otero, y los empresarios, que ha permitido a los clientes estar alojados en los establecimientos el tiempo que fue necesario, compartiendo los hoteleros los gastos con los propios touroperadores.

Medidas urgentes. El dirigente de los hoteleros malagueños solicitó, al igual que ha hecho la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), medidas "urgentes" al Ejecutivo central para paliar la situación y las pérdidas de cinco millones a estos empresarios provinciales.

La primera de ellas es el aplazamiento de la subida de un uno por ciento del IVA –prevista para el mes de julio–, así como el gasto social de los meses de abril y mayo y una campaña urgente de promoción dejando claro que España "es un destino seguro". "Hemos sido el país europeo que mejor se ha comportado y ha hecho frente a esta situación con un gran nivel de profesionalidad", sentenció, al tiempo que agregó que la calidad de un destino "también se demuestra en la gestión de las crisis".