Pérdida de agua de la fuente, aparición de aguas fecales o graves deterioros del pavimento, agujeros con caídas de 20 metros o la falta de vallado de un muro de sólo 40 centímetros de altura. Estos son algunos de los desperfectos y problemas de mantenimiento que tiene el Castillo de Gibralfaro, según denunció ayer el concejal no adscrito Antonio Serrano, quien anunció que presentará "un escrito de queja, con la relación exhaustiva de deterioros del castillo, ante la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía".

"El PP nos tiene acostumbrados a una falta de cuidado sobre nuestra historia y tradición, evidenciada en el abandono grave de nuestros barrios históricos", insistió Antonio Serrano, quien advirtió del "abandono insostenible" de este monumento histórico. "Los trabajadores hacen lo que pueden, pero tienen unos medios ínfimos y su responsabilidad no abarca obras de más envergadura".

Serrano afirma que, más allá del mal estado de conservación que denuncia, los problemas que pueden ocasionar "algunos tramos, que son muy peligrosos". El concejal no adscrito del Ayuntamiento considera que la responsabilidad del arreglo de este monumento "recae sobre el área de Cultura y un alcalde que aspira a la Capitalidad Cultural y pone en peligro de forma gratuita la integridad de la gente".

El edil agregó que el Castillo de Gibralfaro, la Alcazaba, el propio monte y su entorno, han llegado a un punto de deterioro que choca con inversiones "millonarias". Así, destacó la realizada el año pasado gracias al Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL) por un importe de 597.999 euros, que permitió urbanizar la plaza de Armas del castillo, donde se construyó un escenario de maderas nobles que "va a ser sustituido sin haber sido estrenado, por el mal estado de la tarima".

Al mismo tiempo, tal y como denunció el edil, se produce este gasto "extraordinario mientras se agrietan peligrosamente los muros, los bancos, se levanta el suelo por acción de las raíces de los árboles y faltan barandillas de seguridad por doquier".

Puso como ejemplo un testigo con fecha del 28 de febrero pasado sobre una grieta en la fachada de entrada. Según Antonio Serrano, el testigo se ha roto, lo que demuestra "que se está moviendo el terreno" y advierte de que hay peligro de que se siga abriendo todavía más.