La advocación de la Divina Pastora se volvió a echar a la calle acompañada de sus hermanos y, una vez más, atrajo tras su estela a muchos malagueños. Ya sea por su personal y cuidada estética, por la belleza de la imagen o por la curiosidad, no son pocas las personas que se acercan a disfrutar de esta procesión de gloria por su barrio.

La hermandad tuvo acierto con el concurso de adorno de balcones. Más allá de los ganadores –la familia Rueda Pérez en el primer puesto y la familia Cardano Arroyo en el segundo–, el valor estuvo en la respuesta vecinal, en especial en la calle Daoiz, donde la hermandad se volcó con adornos de papelillos, al igual que en Tizo.

El cortejo salió de la iglesia con cierto retraso a causa de un percance que obligó a acudir a una ambulancia del 061. No obstante, la salida se hizo con normalidad, con la Banda del Cristo del Mar abriendo el cortejo y la Banda de la Expiración acompañando el trono. ´Alma de la Trinidad´, ´Auxilium Christianorum´ o ´Victoria y Paz´ fueron algunas de las marchas.

La Virgen iba con una saya roja y un manto color oro viejo bordado en plata de una antigua capa pluvial. La imagen procesionó sobre un risco con flores silvestres, ánforas de rosas rosa y un moldurón amarillo y rosa.