La portavoz del PP en el Parlamento Andaluz, Esperanza Oña, denunció ayer la situación de la sanidad pública en la provincia de Málaga donde, de acuerdo con los datos de la propia administración, existe una lista de espera que supera los índices del resto de Andalucía, con un total de 17.901 pacientes pendientes de intervención quirúrgica y 3.595 en régimen de suspensión temporal.

Oña aseguró que las cifras no sólo reflejan las deficiencias del tejido sanitario de la provincia, sino que despiertan "dudas" acerca de la transparencia de la gestión del SAS, especialmente en lo que respecta a los usuarios que figuran en la lista de paralización de operaciones, que ha aumentado en un año en casi tres mil personas.

La líder popular recordó que la suspensión temporal de intervenciones se reserva para los casos en los que se prevé un cambio de centro o se registra una nueva enfermedad, entre otros supuestos, y sugirió que el recurso podría estar siendo utilizado para rebajar las abultadas cifras de la lista de espera, posibilidad que también expresó recientemente la Fiscalía en Granada. Oña fundamentó sus sospechas en el elevado número de pacientes inscritos en el apartado en la provincia, que concentra el 40 por ciento de casos de la comunidad. Además, anunció que solicitará la puesta en marcha de una comisión de investigación en el Parlamento.

El razonamiento de la popular encuentra voces afines en el colectivo de profesionales. Fermín Parrondo, presidente del Sindicato Médico de Málaga, reconoció que se trata de una sospecha bastante extendida entre los sanitarios, aunque admitió que no existen pruebas que avalen la denuncia. Por su parte, el PSOE acusó a Oña de "manipular" los datos con el fin de "desprestigiar" el servicio.