Los agentes policiales que participan en la operación contra una mafia irlandesa, considerada una de las principales redes de crimen organizado internacional y en la que han sido detenidas 31 personas, han comenzado el análisis de los más de 200 teléfonos móviles y 50 ordenadores intervenidos en los registros realizados en Estepona, Marbella y Fuengirola. La mitad de las detenciones se produjeron en estos municipios, una en Sevilla y el resto en Reino Unido e Irlanda. Los investigadores confían así en obtener nuevos datos que conduzcan a nuevas actuaciones. Las fuentes consultadas por La Opinión de Málaga aseguraron ayer que el elevado número de terminales intervenidos no es casual. «La organización tenía un sistema de comunicación muy férreo consistente en que cada integrante utilizaba los móviles que previamente le habían ordenado», apuntó el agente.

Un bar, un piso franco o una taquilla con varios móviles numerados eran los puntos a los que podían acudir los miembros encargados de realizar las llamadas más comprometidas. «El teléfono que era usado en un momento determinado no volvía a ser utilizado hasta pasado un tiempo prudencial», explicó el agente, quien añadió la gran dificultad que esto supone para los investigadores.

Otras fuentes de la Policía Nacional recordaban ayer que el número de detenciones en España asciende a 20, dentro de esta operación simultánea desplegada en España, Reino Unido e Irlanda, en la que los registros finalizaron durante la madrugada de ayer. Los agentes de la Policía Científica también comenzaron ayer a inspeccionar los automóviles intervenidos, que fueron trasladados por los agentes al Puerto de Málaga.

Inversiones

Las mismas fuentes apuntaron que el dinero obtenido de forma ilícita por la organización ha sido invertido en su mayor parte en el sector inmobiliario, tanto en la Costa del Sol como en otros lugares del mundo como Brasil, donde la red posee seis complejos turísticos y residenciales de lujo valorados en unos 500 millones de euros. A esto hay que sumar que el hecho de que han sido bloqueadas 70 propiedades de lujo en España, fundamentalmente en la Costa del Sol, por valor de aproximadamente 150 millones de euros. Las tres oficinas móviles de Europol, establecidas en cada uno de los países implicados en el operativo, continúan en funcionamiento para canalizar la información de inteligencia obtenida en los diferentes registros realizados.

La organización desarticulada es, presuntamente, una de las de mayor peso a escala internacional, principalmente en Reino Unido e Irlanda, vinculada con el tráfico de drogas, armas y el blanqueo de capitales. Sus responsables están relacionados con los cabecillas de otros grupos delictivos en Reino Unido y España.

De hecho, la Agencia británica contra el Crimen Organizado (SOCA) insistía ayer en que el objetivo de esta gran intervención ha sido una red criminal «sospechosa de traficar con grandes cantidades de drogas y armas, y de lavar cientos de millones de libras procedentes de la actividad criminal». El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, aseguró ayer que «esta brillante operación» aún no ha finalizado.