La propia desesperación ante la falta de información de la Delegación de Educación y no saber a estas alturas dónde estudiarán sus hijos a partir del curso que viene, cuando queda poco menos de una semana para que concluya el plazo de alegaciones, ha hecho que los padres de 12 escolares de tres años de la zona de El Limonar, que aún no tienen plaza, se unan para exigir que se investiguen los fraudes que suponen se han cometido en el proceso de escolarización y que han perjudicado sus expectativas de obtener un puesto escolar en un colegio cerca de sus casas, cuando, según sospechan, otros niños lo tienen sin merecerlo. Así, unidos, han denunciado el caso ante la Junta.

Juan Ricardo Ruiz, portavoz de estos padres, señala que este fraude «resulta evidente y se viene produciendo por los empadronamientos falsos, y otras falsificaciones de todo tipo que afectan al proceso». «En el caso de los empadronamientos es un hecho notorio que no necesita de prueba alguna, ya que es imposible que desde hace al menos siete años sólo en esta zona, que no es de expansión de Málaga, que no tiene un índice de natalidad alto, en la que viven más mayores que jóvenes, se vengan colapsando los colegios para la matriculación de niños de tres años», continúa.

Afectados

¿Quienes son los más perjudicados? «Los que pagamos el pato somos los tontos de siempre, los que viviendo en la zona no se nos ha ocurrido falsificar nada para que nuestros hijos puedan ir al colegio que le corresponde», agrega Ruiz. «Es algo bochornoso, y hemos tomado la determinación de que vamos a denunciar y a luchar por erradicarlo desde ya», sentencia.

El delegado de Educación recibirá a estos padres mañana viernes, pero se muestran pesimistas con respecto al resultado que pueda ofrecer este encuentro. Ni siquiera confían en que la comisión de escolarización pueda ampliar finalmente la ratio (número de alumnos por aula) como había propuesto, lo que permitiría el ingreso de esta docena de menores. Tampoco se muestran demasiado ilusionados con que Educación acepte autorizar un aula más en Las Esclavas o Teresianas, ambos religiosos y mayoritariamente elegidos como primera opción. «¿Y qué hace el Servicio de Planificación mientras tanto? Como siempre improvisar y mandar a nuestros hijos donde no queremos», critican estos padres, que temen que, como último recurso, Educación les ofrezca escolarizar a sus hijos en La Biznaga, a lo que se niegan, entre otras cosas, porque dicen que se sitúa fuera de su zona de escolarización.

Pero ni eso. Juan Ricardo Ruiz explica que hasta el momento lo único que han obtenido es «la callada por respuesta» y que este silencio administrativo por un lado les agota, pero por otro les saca de quicio. «Tenemos que constatar con pesadumbre que el principal enemigo de los derechos de nuestros hijos nos lo encontramos en nuestra propia Administración», concluyen los padres.