Las ventas de coches se incrementaron en Málaga durante el mes de junio casi un 25%, lo que confirma el previsto aumento de clientes que han acudido a los concesionarios durante las últimas semanas para comprar vehículo antes del 1 de julio, fecha en la que subía el IVA (en concreto, del 16% al 18%, el correspondiente al tipo general). Pero se teme que estas ventas anticipadas, que también se beneficiaron de las ayudas del Plan 2000E, se caigan con el fin de las ayudas y el alza de dos puntos del IVA, y fueran sólo un «espejismo» de recuperación que puede truncarse tras el verano.

En la provincia de Málaga se realizaron el pasado mes un total de 3.103 nuevas matriculaciones, lo que permite además que el acumulado del año, cerrado el primer semestre, alcance ya las 16.369 unidades, un 40% más que en el mismo periodo del, por otra parte nefasto, año 2009. En España, las ventas de coches mostraron similar comportamiento y aumentaron un 25,6% el pasado mes, sumando un total de 121.483 unidades vendidas.

La sospecha del sector es que, tras una primera parte del 2010 espoleada por las ayudas del ya extinto Plan 2000E y la anunciada subida del IVA, se produzca ahora una verdadera debacle de ventas que deje de nuevo al sector tiritando. El presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam), Juan Antonio Sánchez Torres, manifestó ayer su temor a que las ventas de vehículos experimenten una caída del 50% en el último trimestre del año, devolviendo al mercado a cifras de matriculaciones de inicios de los 90.

Sánchez Torres apuntó que la industria automovilística «aguantará» durante los meses de julio y agosto gracias a la inercia generada por los últimos pedidos realizados todavía «al calor del Plan 2000E». Sin embargo, los pronósticos son más pesimistas a partir del mes de septiembre, cuando «con toda probabilidad comenzarán a desinflarse las matriculaciones». Sánchez Torres aseguró que ya empieza a notarse una desaceleración en las compras por parte de particulares –los beneficiados de las ayudas del Plan 2000E– y lamentó que esta tendencia puede desembocar en un «septiembre horribilis» para la industria de la automoción.

El presidente de Ganvam afirmó que el despegue real del sector no se producirá hasta que los indicadores macroeconómicos arrojen claras muestras de mejora, y devuelvan la confianza al consumidor. Sánchez Torres lamentó que en este último mes las entidades financieras, «sometidas a fuerte presión debido a la inestabilidad de los mercados internacionales y la incertidumbre generada por la crisis», parezcan haber vuelto a cerrar el grifo del crédito, «mirando con lupa estas operaciones y dificultando las ventas en un sector donde ocho de cada diez compras son financiadas».