Un juzgado de instrucción de la capital investiga desde enero un supuesto delito de apropiación indebida cometida por el socio de dos loteros. Éste, según la denuncia inicial, se quedó presuntamente con unos 240.000 euros procedentes de la compra de boletos a través de una página web, indicaron las fuentes consultadas.

Los tres crearon una sociedad para explotar este nicho de negocio en la red. Uno es un lotero de Gijón y el otro tiene su establecimiento físico en Málaga capital. El socio investigado, español de origen pero residente en Israel, era el que ponía los conocimientos técnicos.

Así nació una web a través de la cual decenas de personas compraron billetes de lotería. El dinero iba a una cuenta común, de forma que los dos socios tuvieron constancia de que en la misma faltaban 240.000 euros que creían haber ganado, por lo que pusieron en conocimiento de la policía estos hechos el pasado enero.

Inmediatamente, el juez puso en busca y captura al tercer socio en discordia, alarma que saltó cuando se disponía a tomar un avión en el Aeropuerto de Barajas (Madrid).

Tras ser detenido, declaró ante la autoridad judicial y quedó en libertad con cargos.

Según pudo saber este periódico, negó todos los hechos y explicó que él no tenía acceso a la cuenta, sino que eran sus hasta entonces compañeros de empresa los que manejaban a su libre albedrío los fondos bancarios.

La Fiscalía ha vuelto a pedir que declare para que explique cómo pudo hacerse con esa cantidad, amén de solicitar una serie de diligencias con el objetivo de analizar los movimientos que podría haber efectuado.

Los dos denunciantes hicieron otra revelación a la policía. Cuando alguien compra un boleto por internet, el que lo adquiere se imprime un resguardo para atestiguar la efectiva recepción del mismo. Pero los loteros deben tener el billete original en papel, lo que tendría que haber ocurrido en este caso.

Cuando fue detenido, la web, alojada en Estados Unidos, se bloqueó, pero desde que el negocio común saltó por los aires hasta el arresto, el imputado siguió vendiendo presuntamente lotería a través de la página.

Los loteros advirtieron claramente a la policía de que ellos no eran los que tenían los billetes originales en papel, como marca la ley, de esas decenas de operaciones. Es decir, si tocara el premio, el ganador no podría recibir ni un solo euro porque no existe constancia real de la compra de estos billetes.

Esto supondría un supuesto delito de estafa, algo que también investigan la Fiscalía y el juez instructor, según informaron las fuentes.