«Yo estoy con un bastón, la señora de enfrente tiene dos muletas y la de al lado tiene 90 años, no podemos bajar la basura», concluye Antonia. Esta vecina de la Granja de Suárez vive en todo lo alto de la calle María Luisa, el punto más alto de esta barriada de empinadas cuestas que comenzó a crecer en los años 40.

Fueron precisamente estas cuestas las que movieron a la asociación de vecinos y a Limasa a trasladar los contenedores a la parte baja, a la calle Padre Martín que recorre toda la barriada. De paso, se evitaba que los contenedores pegaran con las ventanas en las estrechas calles del barrio.

Sin embargo, la solución no convence a Antonia ni tampoco a la asociación de vecinos. «Hemos solicitado un estudio de Limasa porque muchas personas mayores viven en la parte alta y no pueden bajar la basura», cuenta Antonio Baena, presidente de la asociación, que añade que en ocasiones, mandan a niños a bajar la basura «y la ponen donde les da la gana». El dirigente vecinal considera que la solución más factible es que un coche pequeño aparque durante un tiempo determinado para que los vecinos depositen la basura. «Pueden dejarlo una hora aparcado en la parte alta, esa es una de las posibles soluciones», cuenta.

Pero Antonio Baena precisa además que la Granja de Suárez necesita de un «plan estratégico» para ensanchar aceras, eliminar postes de la luz y hacer más «paseable» el barrio.

Por otro lado, destaca que hacen falta más barrenderos, aunque subraya que el que hay «trabaja a destajo». «Es una persona que limpia pero no da tiempo», añade.

El barrio cuenta también con zonas en las que se depositan los escombros, como una parcela que pertenece a Emasa y, como denuncia Antonio Granados, de la asociación, también hay en la explanada en la calle Padre Martín, en la que está previsto un aparcamiento en superficie desde hace años. En este sentido, Baena se pregunta por qué Limasa no retira los escombros, algo que daña mucho la imagen del barrio.

Rastrojos en la explanada

Pero además Antonio Granados resalta cuál es el mayor peligro del barrio: «La limpieza está fatal en esta parte de la explanada, hay matojos secos y el día que alguien eche una colilla va a arder una pila de coches».

Por ello, la asociación de vecinos pide al distrito que retire estos matojos, como en su día retiró los de la parcela de Emasa. En todo caso, Antonio Baena recalca la «buena disposición» del concejal Mario Cortés.