No habrá campañas con tintes apocalípticos. La gota de agua no reinará lastimosa en los anuncios de la televisión ni en las estancias oficiales. Por primera vez en los últimos años, la provincia de Málaga afronta el verano sin perspectivas de austeridad y restricciones. Los pantanos presentan un nivel envidiable, a punto de alcanzar el tope. ¿Cambiará la actitud de los ciudadanos? ¿Se abrirán los grifos como en la época de la abundancia?

Las instituciones confían en la responsabilidad de la población. La delegada provincial de Medio Ambiente, Remedios Martel, insiste en que, pese al cambio de coyuntura, no se deben bajar los brazos. Otros aluden a una inhibición que mira directamente al bolsillo, a los costes de la factura del agua. Fuentes de la empresa Acosol señalan que la contención en el gasto ya forma parte del comportamiento habitual, que la lección ha sido aprendida.

La pregunta representa un privilegio. Hace tan sólo unos meses, ni siquiera tenía cabida en Málaga. Las copiosas lluvias del pasado invierno han dado la vuelta al discurso de los veranos, que últimamente comenzaba casi siempre con la palabra sequía. En esta ocasión, no se temen cortes en el suministro. El abastecimiento está garantizado.

Según la delegación de Medio Ambiente, la previsión de consumo para este verano es de de 114,7 hectómetros cúbicos, cantidad que engloba también los recursos que se destinarán a la agricultura. En la capital, se precisa mantener la tendencia a la baja del último trienio, que logró corregir la subida de los primeros años del siglo, lastrados, en términos de consumo, por el aumento de la población. De acuerdo con Medio Ambiente, el gasto de recursos se ha elevado más de un veinte por ciento desde el verano de 2000, hasta superar la barrera de los sesenta hectómetros cúbicos por temporada.

En la última década, el mayor incremento se localizó en 2005. Durante ese año, el consumo se disparó en casi quince hectómetros al pasar de un balance anual de 53,6 a 68,8. En la Costa del Sol se espera que el consumo se intensifique a partir de esta semana. Según Acosol,el litoral concentra el 40 por ciento de su consumo anual entre julio y septiembre. Una proporción que, pese a a resultar tan abultada, parece bajo control, especialmente por el incremento de los recursos y el comportamiento de los ciudadanos. «Ya no sólo es cuestión de los extranjeros, que tienen la cultura del ahorro bastante asimilada. Los malagueños han aprendido a contener el gasto y a no despilfarrar», señalan fuentes de la entidad.

La empresa concesionaria del suministro y mantenimiento del sistema público de abastecimiento de agua tanto en Nerja como en Torrox, la entidad Aqualia, sostiene que se esperan los mismos índices de consumo de campañas anteriores. Lo indican los responsables de la oficina torroxeña, donde se ha podido rebajar el consumo significativamente, mediante campañas o la reparación de canalizaciones donde se registraban hasta ahora importantes fugas. En efecto, el Ayuntamiento de Torrox trasladó a la Agencia Andaluza del Agua el hecho de que en lo que va de mandato se ha rebajado en más de 30 por ciento el consumo. Una circunstancia que va paralela a otras medidas adicionales, como la construcción de una nueva depuradora en El Morche

Como ya pasó en 2009, ni siquiera en municipios axárquicos donde los cortes de agua, al menos en horario nocturno, habían sido una constante, habrá este año restricciones.