La suerte se alió ayer con un deportista que, tras sufrir un espectacular accidente, quedó atrapado y herido en tierra de nadie durante varias horas. Concretamente, desde la tarde-noche del lunes hasta avanzada la madrugada de ayer. La vista y el oído de un trabajador que realizaba sus labores de reconocimiento evitaron consecuencias mayores.

Esta historia sucedió en los alrededores del pantano del Agujero, cuando un joven de unos 35 años y aficionado a la práctica del triatlón -deporte que combina la natación, el ciclismo y el atletismo- se entrenaba por los alrededores del embalse con la mala suerte de precipitarse por un terraplén de cerca de 100 metros de altura.

La aparatosa y prolongada caída provocó que el joven resultara herido con diversas contusiones, rasguños y con una fractura en una de sus piernas y, según confirmaron fuentes de la Junta de Andalucía, con la mala fortuna de que el herido quedara atrapado bajo una torre de una toma de agua.

Soledad

Según las mismas fuentes, las posibilidades de que este hombre pudiera pedir auxilio eran escasas, motivo por los que la noche y la soledad se le echaron encima. Aunque la Delegación de Medio Ambiente afirmó que se ha abierto una investigación para saber qué, cómo y cuándo ocurrieron los hechos, el testimonio que el propio protagonista adelantaba a sus rescatadores indicaba que podía haber permanecido en esas condiciones desde la tarde del pasado lunes.

La angustia y el dolor del joven deportista debieron mermar cuando, sobre las 4.00 de la madrugada, un agente fluvial del pantano lo localizaba durante una de sus rondas nocturnas. Fuentes de la Delegación de Medio Ambiente aseguraron que este trabajador llamó inmediatamente a la Policía Nacional de Málaga, cuyos efectivos solicitaron la ayuda de los bomberos para ejecutar el rescate en una zona de difícil acceso. Las mismas fuentes añadieron que el rescate culminó algo antes de las 6.00 de la madrugada de ayer tras ser alzado con unos arneses. El herido fue entonces trasladado al Hospital Carlos Haya.