«Si no salimos de la crisis la humanidad no tiene futuro». Así de tajante se mostró ayer Jesús Caldera, el secretario de Ideas y Proyectos de la comisión ejecutiva del partido socialista, en los Cursos de Verano de Ronda. Caldera, que intervino en el curso La crisis: un análisis global, señaló que el mundo no sólo atraviesa una crisis financiera, sino también «una crisis climática y otra de pobreza y de alimentos». El ex ministro de Trabajo calificó a estas crisis de «gravísimas», y afirmó que es necesario abordarlas conjuntamente para poder salir de ellas.

Para Caldera, esta situación ha estado provocada por otra crisis, en esta ocasión de valores. «La crisis no ha estado provocada por ninguna decisión técnica errónea de ningún ministro de economía que se haya equivocado en su planificación», aseguró. La citada crisis de valores, que «hemos estado estimulando durante treinta años» ha consistido en «el individualismo agresivo, la avaricia y la consideración social del éxito como la acumulación de riquezas, sin consideración hacia el resto de la sociedad ni para la naturaleza», un modelo que no dudó en calificar de «funesto».

Para salir de las crisis en las que estamos inmersos, Caldera apostó por cambiar el modelo, un cambio que pasaría por incorporar la solidaridad y la empatía: «Vivimos en comunidad, no es verdad que el ser humano esté motivado sólo por su interés individual en términos económicos», declaró, a la vez que señaló a los «neoconservadores» como «los que han provocado la crisis».

El mundo de las finanzas no salió muy bien parado del análisis del diputado nacional, quien se aventuró a afirmar que «quienes manejaban el sistema financiero lo hacían para su propio interés», y no para el de la economía de los países, llevando a cabo prácticas económicas «muy arriesgadas» y creando un sistema «antiético y deshonesto» que sólo iría encaminado a conseguir el lucro propio. Con estos comportamientos, según Caldera, los ciudadanos se vieron arrastrados a tener un comportamiento que ha resultado ser «muy negativo para ellos».

En el lado contrario, la solución pasaría por buscar una alternativa, «algo difícil» pero no imposible, ya que España «ya lo ha hecho antes», y pasó de tener una sociedad con muchas desigualdades a otra con igualdad de oportunidades, un cambio «formidable».

«Economía del esfuerzo»

«La economía debe ser la economía del esfuerzo, de la entrega y del emprendimiento». Además, se debe evitar la especulación, cuidar el medio ambiente y asegurar la protección social. Las sociedades que desarrollan este sistema son «las más desarrolladas y las que distribuyen mejor las riquezas». En este sentido, Caldera se mostró convencido de que nuestro país se encuentra mejor situado que otros países de nuestro entorno, ya que, «según la Unión Europea», España está por debajo de Italia en renta per cápita pero por encima en el indicador de distribución de riquezas, y «muy cerca de Francia». Del mismo modo, también alabó el trabajo del país en cuanto al desarrollo de energías renovables. «Es el mejor ejemplo del mundo».

En consecuencia, Caldera apuntó que la imagen de un país «no sólo se debe medir por su fortaleza económica, sino también por su dignidad social».

Hoy se cierra este curso en torno a la crisis, y se espera que sea Javier Arenas, presidente del del Partido Popular andaluz, el que ponga el broche de oro con una conferencia de clausura.