La empresa Financiera y Minera (FYM) presentó ayer los sacos de cemento de 25 kilos que empezará a comercializar ya y que supone una iniciativa pionera en Andalucía, donde hasta ahora ninguna compañía había lanzado al mercado este producto con la disminución de peso recomendada.

Cargar sacos de cemento podía ser hasta ayer el castigo perfecto para nuestro peor enemigo si no fuera porque a la empresa Financiera y Minera (FYM) se le ha ocurrido reducir el peso de este producto clásico de la industria cementera. La medida no responde a la benevolencia repentina de los cementeros, sino que detrás hay todo un plan cuyo objetivo es adaptarse a una directiva europea que ordena la disminución del peso de los sacos y que tiene que ver con la prevención de riesgos laborales. La tarea sigue siendo dura, pero no es lo mismo que levantar sacos de 35 kilos (al final se acaban llevando entre dos personas, según los expertos) o, mucho menos, de 50 kilos, como se hacía antes.

Según el director comercial de FYM Sur, Juan Cobalea, el saco de cemento es algo que históricamente ha estado muy vivo en la industria cementera y su manejo ha provocado muchos accidentes. Por eso surgió la norma europea, que establece que ninguna persona puede levantar más de 25 kilos de peso. Fue en ese momento cuando se hizo una transición al saco de 35 kilos, pero resultó que al final tenían que cogerlo entre varias personas, aseguró Cobalea.

«Nosotros hemos dado ya un salto hacia el saco de 25 para que, a ser posible, una sola persona lo pueda manejar sin riesgo para su salud», dijo el director comercial del grupo.

Se trata de una iniciativa de la empresa pionera en Andalucía, porque hay otras compañías del sector que de momento no han dado este paso.

Los nuevos sacos de 25 kilos se presentaron ayer a todo el sector y ya se ha iniciado su comercialización. Los de 35 se irán eliminando poco a poco.

Cobalea los presentó durante la «Jornada de sostenibilidad en la construcción», celebrada ayer en la Cámara de Comercio de Málaga y que contó con la participación del presidente de la Cámara, Jerónimo Pérez Casero; el presidente de la Asociación de Promotores y Constructores, José Prado; el vicepresidente de la Asociación Malagueña de Empresarios de Materiales de Construcción (Amemac), José Modesto Aparicio, y la delegada provincial de Economía, Innovación y Ciencia, Pilar Serrano.

Esta última señaló que la reducción del peso de los sacos de cemento es «un hecho importante» que mejora la calidad de los trabajadores y del usuario final.

Además de la prevención de riesgos laborales, en la jornada se abordaron también los materiales para la bioconstrucción. En este sentido, el director comercial de FYM Sur explicó que hay disponibles ya en el mercado cementos de altas prestaciones, como cementos autolimpiantes o cementos anticontaminantes, que están permitiendo que a edificaciones singulares no les ocurra, por ejemplo, que al cabo de mucho tiempo se deterioren, como pasa con el cemento blanco o el cemento visto. Estos nuevos tipos son permanentes en el tiempo y se conservan con la misma calidad que el primer día.

Otra novedad son los cementos aplicados a superficies dentro del entorno urbano, como son los cementos especiales que reducen la contaminación del aire, algo que puede parecer increíble pero que es una realidad. Su desarrollo se ha hecho conjuntamente con las universidades más prestigiosas de Europa y han sido objeto de sistemas de ensayo y test de medición que han comprobado que realmente funcionan.