Veinticuatro horas después de la presentación oficial de su candidatura a la Capitalidad europea de la cultura, Málaga ha dado un paso de gigante, al menos desde una rejilla simbólica, para la mejora de su patrimonio con la puesta en marcha de las primeras actuaciones ligadas al plan turístico. Un proyecto, impulsado por la Junta y el Ayuntamiento, que pretende revitalizar el entorno arquitectónico del Museo Picasso, inaugurado hace ya siete años.

El programa, que cuenta con un presupuesto de 22,1 millones de euros, el más abultado de las grandes ciudades de Andalucía, ha arrancado con el inicio de la remodelación de seis calles radicadas en el perímetro monumental del Centro Histórico: Cister, Duque de la Victoria, Molina Lario y San Agustín, a las que se le unen Alcazabilla y Pozo del Rey. Según indicó el director del plan, José Asenjo, los trabajos, que se prolongarán alrededor de seis meses, comportan la renovación de la pavimentación y el comienzo de una ruta peatonal en comunicación con el Puerto y los principales hitos turísticos.

Esta oleada inicial de obras, que supondrá un desembolso de 2,9 millones de euros, se enmarca en el eje del proyecto, que abordará, en primera instancia, el circuito asociado a Picasso para ampliarse posteriormente a las plazas y calles anejas a la Catedral. El consejero de Turismo, Luciano Alonso, que asistió a la colocación de la primera piedra, avanzó que la actuación en Alcazabilla se completará con una intervención de vanguardia, que parte con atributos suficientes como para pensar en el trabajo de un artista de referencia internacional: la reserva de una partida de más de un millón de euros y la concurrencia de dos candidatos, que ya han trasladado su propuesta a la administración.

Alonso insistió en la fortaleza económica del plan, sustentada en un sesenta por ciento en la aportación autonómica–el resto corre a cargo del Ayuntamiento­–representa un ejercicio de «discriminación positiva» motivado en las necesidades de Málaga, «que precisa este impulso para sumar credenciales culturales». Además, destacó el espíritu del proyecto, que aspira a englobar los reclamos monumentales de la ciudad en una misma ruta y ampliar su poder de atracción entre los visitantes.

Por su parte, el alcalde, Francisco de la Torre, reverenció los buenos resultados obtenidos por la capital en los últimos años, que se han zanjado sin grandes caídas en la cifra de pernoctaciones pese a la injerencia de la crisis. El plan servirá, en su opinión, para aumentar los avales turísticos de Málaga con una recorrido cultural «grato para vivir, pasear y atractivo». De la Torre ensalzó asimismo la importancia del proyecto, que logrará realzar un conjunto arquitectónico que suma referentes de tres civilizaciones en apenas una ronda de itinerario. «Esperemos que después de este plan podamos hablar de un segundo», puntualizó.

La segunda fase del plan turístico de Málaga afrontará la reurbanización de los alrededores de la Catedral. La idea es que el programa derive en un área monumental consagrada a un mismo diseño y en conexión con otras iniciativas como el Palmeral de las Sorpresas, que se construye en el recinto portuario.

También están previstas actuaciones en puntos del litoral como Huelin, Pedregalejo y El Palo, que remozarán su zona de baños con la instalación de miradores y la extensión del paseo marítimo a través de pasarelas. Además, se incluyen en el plan la configuración de productos de promoción en segmentos como el turismo de congresos, de ocio y, por supuesto, cultural. La aplicación del programa tiene un horizonte de cuatro años. El documento fue aprobado en agosto de 2009.