Se llama Álvaro. Está vestido como un Yeoman Warders. Se distingue por su uniforme de la época Tudor. De color rojo y blanco. Él es el guardián de las nuevas cabinas rojas que se han instalado en la calle Larios. Ahora Málaga es un poco más londinense.

El arquitecto Sir Giles Gilbert Scott las creó en 1921. Actualmente hay 15.000 cabinas rojas. Ochenta y nueve años después han venido a parar a la capital de la Costa del Sol. A unos cuantos kilómetros.

«Mi hija sí ha estado en Londres. Dice que cenaban a las ocho de la noche. Sacó muy buenas notas en el instituto y le dieron una beca para irse a Brighton, pero yo no sé si voy a ser capaz de responder a las preguntas», asegura María Dolores mientras espera en la puerta de una de las cabinas.

Ella, como cualquier malagueño que pasee por calle Larios, a la altura de la plaza de la Constitución, puede hacer llamadas gratuitas a la capital del Reino Unido.

Además, cada cinco minutos los teléfonos suenan. Aquel que lo coja y responda a una pregunta relacionada con la ciudad del Támesis consigue un premio seguro. De ahí la paciente espera de María Dolores.

«Me han preguntado que si sabía como se llamaba el reloj más famoso de Londres y lo he acertado», dice Rosario Fernández. Tiene 58 años y ha conseguido unas invitaciones para asistir a una fiesta mañana por la noche.

Aunque hay más premios. Aquellos que acierten pueden conseguir también, sin sorteo alguno, una práctica para trabajar durante un mes en Londres, un viaje para disfrutar de esta ciudad o cursos para estudiar inglés.

Esta iniciativa procede de una de las marcas de ginebra más conocidas en Inglaterra, Beefeater. La compañía inglesa puso en marcha las cabinas rojas ayer a las once de la mañana. Y estarán hasta mañana a las once de la noche.

«He hablado con una peluquería de Londres. Pensaban que estaba de broma», comenta Ana Gómez al finalizar una llamada que hizo al azar a Londres. Ella junto a sus amigas se pasó desde la primeras horas que se abrieron las red boxes esperando a que el teléfono sonase para poder ganarse un premio. Y al final lo consiguió.

«Tengo amigos en Londres que se fueron hace dos días. Esta tarde pienso contactar con ellos por internet para pedirle su número de teléfono y llamar desde aquí», asegura Ana mientras observa para ver si hay alguna de las ocho cabinas libre.

Próxima parada

La campaña de Beefeater arrancó en Madrid el pasado 24 de junio. Las cabinas rojas ya han pasado por Sevilla y por Valencia. Tras Málaga la siguiente parada será Santander.