El periodo de reflexión abierto por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, sobre la modificación del plan especial del Puerto que haría posible la construcción de un edificio cultural en la esquina de los muelles 1 y 2 –un proyecto ya pactado– ha acabado con la paciencia de la Autoridad Portuaria y ayer su presidente, Enrique Linde, anunció que retiraba la propuesta de modificación para volver al plan vigente, el de 2004. Y fue más allá. No se volverá a hablar más del tema mientras se mantengan las circunstancias actuales, es decir, mientras que él sea el responsable del Puerto y De la Torre, el alcalde de la ciudad.

Linde fue rotundo: «No vuelvo a negociar con el alcalde, lo considero inútil», dijo al tiempo que reconocía que no estaba sorprendido por esa actitud, sino indignado, ya que supone una «absoluta falta de respeto y de lealtad institucional». No entiende cómo después de haber consensuado un entramado de acuerdos con las distintas partes, el alcalde ha hecho «saltar por los aires» todo ese trabajo.

Para Linde, cuando un acuerdo se cierra es porque se ha analizado todo antes de tomar la decisión. «Cuando se gobierna, hay que saber decir sí o no, pues no siempre se puede decir ya veremos, que es a lo que juega continuamente el alcalde», aseguró.

La retirada de la propuesta de modificación del plan especial del Puerto se produce 23 días después de presentarse con el visto bueno de todas las entidades. Su presentación ponía fin a un proceso que ha durado un año y medio. Durante este tiempo, la Autoridad Portuaria se ha reunido cinco veces con el alcalde, tres veces con el presidente de Unicaja y una con su director general, ha mantenido siete encuentros técnicos con funcionarios de Urbanismo del Consistorio, dos reuniones conjuntas con la empresa, Unicaja y el Ayuntamiento y varios encuentros con los directores de los medios de comunicación. Por eso, Linde entiende que no cabe más reflexión. «No, gracias –dijo–, conozco esta película y las reflexiones del alcalde duran entre 3 y 4 años de media, por lo que no podemos estar todo ese tiempo deshojando la margarita».

El presidente de la Autoridad Portuaria era el más reticente a aprobar la modificación porque sabía que era complicado y ahora toca «pedir disculpas por marear a la ciudadanía». Según él, su «gran error» ha sido haber confiado en el compromiso del alcade, quien «no lidera esta ciudad, pues está al pairo de sus dudas y las presiones». Para Linde, el liderazgo de la ciudad está «vacante».

El presidente comunicó ayer su decisión a la empresa concesionaria de las obras y a Unicaja, que aspira a hacerse con la gestión del centro cultural. Al alcalde no. «No se merece ese detalle», dijo. El presidente apuntó que las obras no se pararán porque hay un proyecto hecho y la concesionaria tiene que seguir con los trabajos. Preguntado por si se ha planteado dejar el cargo, aseguró que a pesar de ser esto un «calvario», nunca ha pensado en «tirar la toalla».