Los once disidentes cubanos exiliados a España han dicho que se sienten "engañados" por el Gobierno español, que no ha cumplido los compromisos que adquirió antes de que partieran de La Habana, entre ellos asesoramiento legal y ayudas económicas para su manutención y alquiler de viviendas.

Así lo ha manifestado Julio César Gálvez, uno de los once ex presos cubanos, en rueda de prensa a las puertas del Hostal madrileño "Welcome", en un polígono del barrio de Vallecas, donde se encuentran alojados desde que comenzaron a llegar el pasado martes.

Acompañado de otro ex preso, Ricardo González Alfonso, Gálvez ha leído un comunicado en el que muestran su "desacuerdo" con la voluntad manifestada de algunos países europeos de modificar la "posición común" de la UE con respecto a Cuba, ya que consideran que "el gobierno cubano no ha dado pasos que evidencien una clara decisión de avanzar hacia la democratización" del país.

En este sentido, han solicitado a los países de la UE que "no reblandezcan sus exigencias encaminadas a lograr cambios hacia la democracia en Cuba y a conseguir para todos los cubanos los mismos derechos que disfrutan los ciudadanos europeos".

Gálvez ha explicado que se sienten "engañados" por el Gobierno porque antes de subir al avión que les traería a España firmaron unos documentos a funcionarios de la Embajada española en Cuba donde establecieron unos compromisos que han incumplido, porque "hasta ahora", según han señalado, "sólo la Cruz Roja española" les ha ofrecido las ayudas que les prometió el Ejecutivo.

El disidente cubano se ha quejado porque han dejado de recibir asesoramiento legal y no tener ayuda económica para alquilar una vivienda, como lo demuestra el hecho de que estén alojados en un hostal, en el que los niños pequeños se ven obligados a compartir baño con personas que tienen "problemas de salud realmente serios".

Tras anunciar que mantendrán una reunión con Agustín Santos, el jefe de gabinete de ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para hablar de su futuro inmediato, Gálvez ha declarado que va a ver qué pasa en esta reunión para después analizar si se marcha a Alicante como le han ofrecido. En cualquier caso, ha comentado que su intención es no ir "a ninguna parte" y quedarse en Madrid y ha puntualizado que si le ponen en la calle, será "una vergüenza para el Gobierno español" porque él no pidió "venir a España".

Ha recordado, que en un principio se les dijo que serían trasladados a Alcobendas (Madrid), pero al final se declinó está opción porque les dijeron que había "dificultades", cuando la realidad es que en la localidad madrileña hay capacidad "más que suficiente". Gálvez ha aprovechado su comparecencia ante la prensa para mostrar su pasaporte en el que se constata: "permiso de salida definitivo".