Los delitos y las faltas, una de las máximas preocupaciones de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, descienden en Málaga. Buena noticia, hasta cierto punto, la que dio ayer el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, a pesar de que la provincia continúa a la cabeza de Andalucía en este tipo de infracciones.

Según los datos arrojados ayer por el Consejo Andaluz de Seguridad Ciudadana, la provincia de Málaga ha sumado durante los primeros seis meses del año un total de 47.577 delitos y faltas frente a los 50.022 que se registraron en el mismo periodo del año pasado. Es decir, 2.445 menos que se traducen en un descenso de un 4,89%. En cuanto a las capitales de provincia, los datos oficiales señalan que en Málaga los delitos y las faltas han descendido un 6,15%. Sevilla (45.628), Cádiz (28.235), Granada (20.814), Almería (17.544), Córdoba (14.837), Jaén (9.681) y Huelva (9.534) conforman el ranking de provincias con más infracciones de este tipo, siendo Granada la que mayor descenso ha experimentado durante el primer semestre de 2010 (-10%) y Cádiz la que menos (2,59)%.

En cuanto a los datos regionales, los delitos y las faltas descendieron en Andalucía entre enero y junio de este año casi un 6%, pasando de los 206.154 del año pasado a los 193.850 de este año. En este sentido, López Garzón destacó que durante el primer semestre de este año 2010, no sólo han disminuido los delitos y faltas, sino que también ha aumentado la eficacia policial y los detenidos han ascendido a 35.571 en toda la comunidad autónoma andaluza.

Durante este Consejo Andaluz de Seguridad Ciudadana, el delegado del Gobierno también realizó un informe sobre violencia de género en la región andaluza, «un problema que lamentablemente persiste» y en torno al cual la sociedad «tiene que seguir haciendo un gran esfuerzo al objeto de que el problema empiece a disminuir y, finalmente, desaparezca», pero para ello es fundamental la concienciación social, según afirmó.

Tras lamentar el gran número de mujeres víctimas mortales de la violencia de género, López Garzón apostó por la concienciación de las mujeres y sus familias para interponer denuncias, ya que el porcentaje de mujeres víctima de violencia de género que no han puesto denuncia «es alto»; concienciar a los jóvenes de que «la violencia de cualquier tipo sobre la mujer es absolutamente despreciable»; y, por último, el desarrollo de medidas policiales para «minimizar» este problema.