M.C., la británica de 48 años acusada de matar la madrugada del pasado lunes a su marido tras asestarle una cuchillada en el cuello en una urbanización de Torremuelle, en el municipio malagueño de Benalmádena, ingresó ayer en prisión provisional por un presunto delito de homicidio. Así lo ordenó el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Torremolinos después de tomarle declaración durante buena parte de la mañana de ayer.

El juez tomó nota de las diligencias aportadas por los investigadores de la Policía Nacional, cuyos agentes trabajan, entre otras, la hipótesis de que la detenida pudo atacar a su marido mientras éste dormía en el dormitorio del apartamento en el que residían. Una única, profunda y certera puñalada que le seccionó una arteria cercana al corazón y que provocó que la víctima se desangrara en apenas unos minutos.

Así lo han confirmado fuentes de La Opinión de Málaga, las mismas que no dan demasiado crédito a la primera versión que dio M. C. poco después de que los agentes llegaran al lugar de los hechos. Todavía con el cadáver en el piso, la mujer aseguró a los policías que su marido, de 57 años, sufrió el ataque de tres personas que habían asaltado la vivienda. Las pruebas recabadas por los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta y los de la Policía Científica no les cuadraban con el testimonio de la mujer y ésta cambiaba su versión en las dependencias de la Comisaría de Torremolinos, ya en calidad de detenida.

Malos tratos

Del asalto, las fuentes aseguran que M. C. pasó a relatar los malos tratos que presuntamente sufría por parte de su marido desde hacía bastante tiempo. Si bien a la Policía Nacional no le constan denuncias por violencia de género de esta pareja en España, este aspecto se seguía investigando ayer con la ayuda de la policía británica.

Los hechos se remontan a la madrugada del pasado lunes. Sobre la 1.00, la detenida salía del apartamento a gritos pidiendo desesperadamente ayuda de los vecinos. Iba descalza e impregnada de sangre.

Tres de ellos atendieron a su llamada y decidían poner el caso en manos de la Policía Nacional tras comprobar que en el domicilio de la pareja yacía el cuerpo desnudo de su marido sobre a un gran charco de sangre.

Minutos después, varias patrullas de la Policía Nacional de la Comisaría de Torremolinos-Benalmádena y los servicios de emergencias se presentaron en el lugar de los hechos. Los últimos sólo pudieron certificar la muerte de C. D., natural de Sunderland, una pequeña ciudad localizada al noreste de Inglaterra, y los primeros iniciaban una investigación que comenzó con el testimonio de la presunta agresora y por una inspección ocular en la que se encontró el cuchillo con la que la policía cree que se cometió el crimen en el fregadero de la cocina. El rastro de sangre que dejó la víctima antes de desplomarse hace pensar a los agentes que la puñalada la recibió en el dormitorio antes de desfallecer en el salón de la vivienda.