­Comercio, ocio y urbanismo. La conjunción de estos tres elementos forman un centro comercial abierto, proyecto en el que están trabajando los comerciantes de La Malagueta a través de Asocoma (Asociación Comercial de La Malagueta) con el fin de revitalizar su actividad empresarial y hacer más atractivas las compras a los consumidores. «El desarrollo de este plan de actuación comercial, urbanística y de diseño de calles traerá consigo beneficios a medio plazo que se traducirán en bienestar», afirma Julio Gutiérrez, presidente de la asociación.

Para conseguir este objetivo, Julio Gutiérrez señala que todo el mundo tiene que hacer los deberes, «empezando por los emprendedores y las administraciones involucradas en el proyecto».

Según un estudio realizado por Asocoma, en La Malagueta la demanda es superior a la oferta comercial. Por ello, Julio Gutiérrez cree conveniente, entre otras medidas, abrir al mediodía o fines de semana, «siempre y cuando el comerciante pueda tener ayuda de las administraciones para contratar a una persona más», aclara.

Puerto

Los comerciantes tampoco quieren estar ajenos a un proyecto que va a transformar el puerto: la reordenación de los muelles uno y dos, con nuevos locales de comercio, de hostelería, servicios y ocio. «El esfuerzo inversor que está realizando el Puerto con las terminales de cruceros y la adecuación de los muelles para uso ciudadano debemos verlo como la gran oportunidad de convergencia con el espacio de La Malagueta», apunta el presidente de la asociación.

El proyecto de Asocoma contempla promover eventos, establecer rutas gastronómicas o visitas culturales, colaborar con el Club Mediterráneo en actividades náuticas y ser un centro de atracción ciudadano. «La Malagueta pasaría a ser reconocida como un espacio comercial y de ocio, como destino turístico de calidad, integrado en la trama urbana de Málaga».

Por otra parte, los comerciantes denuncian su precupación por el estado de las calles, las fachadas de los edificios, la imagen de los comercios, el equipamiento urbano o las zonas verdes junto al ordenamiento del tráfico, los aparcamientos y la seguridad. «La defensa de un espacio no es sólo realizar un estudio subvencionado por las administraciones, sino estar alerta de sus alteraciones y los cambios que se producen.