El catedrático de Filosofía de la Universidad de Zaragoza Daniel Innerarity mostró hoy su inquietud respecto a la desproporción existente entre "una realidad tecnológica, financiera, económica y comunicativa que avanza a gran velocidad" y "unos estamentos políticos que no tienen el nivel de innovación e inteligencia colectiva que se requiere para gobernar esa realidad".

Asimismo, manifestó durante su intervención en el Curso de Verano 'Crisis y transformación organizado por la Universidad de Málaga (UMA) la necesidad de convertir la economía en "una ciencia humana y social" capaz de explicar el funcionamiento y el comportamiento de las personas, como alternativa a la situación actual.

En este sentido, aseguró que "la economía dominante en la actualidad ha demostrado ser muy poco realista", por lo que reivindicó "la realidad en su conjunto" que, según explicó, no es "la realidad de los datos de la econometría, sino una realidad social, política y de la vida económica, escrita en un entorno antropológico determinado".

De esta forma, manifestó que una de las causas de la crisis económica reside en "una concepción de la economía muy estrecha, que la entiende como una ciencia exacta y una especie de física de los acontecimientos sociales", en lugar de hacerlo como "una ciencia humana, social y política".

En este sentido, Innerarity negó que el marco de referencia de esta ciencia fuera el de "los estados nacionales aisladamente considerados", sino "un marco de cooperación internacional" para pasar a considerarse como "una gestión de un mundo incalculable".

Por tanto, aseguró que "se acaba de comprender que detrás de las relaciones económicas, lo que hay son pasiones humanas, sujetos que tienen miedos, expectativas y que nos equivocamos". Así, explicó que "el mundo se ha convertido en algo tan complejo, tan interesante, tan crítico que no falta trabajo para quien quiera interpretarlo adecuadamente".

SIGLO DEL MEDIO AMBIENTE

Por otro lado, el catedrático de Ciencias Políticas de la UMA Ángel Valencia sentenció que el siglo XXI es el del "medio ambiente" y, por tanto, la izquierda del nuevo siglo ha de jugar el papel de asumirlo. Sin embargo, consideró que se trata de "una de las asignaturas pendientes" del gobierno actual ya que, según explicó, "en estos momentos está preocupado por temas más candentes como la grave crisis económica".

De esta forma, aseguró que "el cambio climático es un tema de primera magnitud" a pesar de que "el problema del medio ambiente ha quedado un poco relegado". Asimismo, añadió que sí existen "buenas ideas en términos de energías renovables, energías eólicas o la puesta en funcionamiento del coche eléctrico, a medio plazo".

El catedrático de Ciencias Políticas se refirió al concepto de 'izquierda verde' como "una izquierda sostenible" que sea "combatible con la democracia, la ciudadanía y también respecto al modelo del desarrollo". Asimismo, apuntó a la educación como uno de los elementos claves para salir de la crisis.