El ex comisario de Policía José Gutiérrez Valenzuela, mando policial en Málaga durante el desarrollo de la operación «Malaya», afirma que la investigación que permitió desarticular la trama de corrupción fue «seria y rigurosa» pese a «todas las dificultades» y las trabas que hubo, «que fueron muchas».

A falta de unos días para que comience el mayor juicio contra la corrupción en España, con 95 acusados, Gutiérrez Valenzuela destacó, en una entrevista con Efe, la relevancia de esta actuación policial, que tuvo una consecuencia sin precedentes en la historia democrática española: la disolución de un ayuntamiento (Marbella).

Con la «satisfacción del deber cumplido», el ex comisario subrayó que la investigación resultó un «hito» desde el punto de vista organizativo, ya que se logró la «perfecta coordinación» de los operativos de policía, la Justicia y la Agencia Tributaria.

De la actuación policial y judicial, dijo que, a su juicio, fue «la primera vez» que, para atajar la corrupción, se investigó «de forma sistemática» una institución –el Ayuntamiento de Marbella– que estaba formada por personas elegidas democráticamente y que contaba con «mecanismos de poder» como la Policía Local o los funcionarios municipales, que podían haber «invalidado» el trabajo policial.

«La corrupción estaba ahí» y fue posible abordarla porque hubo un juez –Miguel Ángel Torres– que asumió «el reto» en «íntima conexión» con el fiscal Anticorrupción y la policía, pese a las dificultades que surgieron «de todo tipo» en la investigación, que arrancó a finales de 2005 y se destapó en marzo de 2006 con la primera fase de detenciones.

Según Gutiérrez, en un momento determinado, el juez sospechó que podía haber «filtraciones» dentro de la policía que pudieran poner en peligro la investigación, por lo que determinó que el destinatario de la información sobre la investigación fuera el propio Gutiérrez, sospechas del magistrado que se confirmaron en el curso de las pesquisas.

En la actualidad, «de lo que fue aquel equipo policial, no queda prácticamente nada, y lo que se hizo, ahí está», manifestó el ex comisario, quien en mayo de 2007 pasó a segunda actividad, mientras que dos de los inspectores del caso solicitaron el traslado a otra unidad por falta de apoyo en la investigación.

La operación «Malaya» sirvió de «estímulo» y de «hilo» para otras investigaciones en España, añadió Gutiérrez, durante cuya jefatura (septiembre de 2004-mayo de 2007) se llevaron a cabo otras actuaciones de calado como «Ballena Blanca» e «Hidalgo» contra el blanqueo de capitales, «Troya» contra la corrupción urbanística y administrativa o «Nilo» contra el supuesto fraude a través de premios falsos de lotería.

En cuanto a la forma en la que se practicaron las detenciones en el «caso Malaya», aseguró que se procuraba cuidar la imagen de los afectados y evitar que los medios de comunicación los grabaran, y vinculó la trascendencia mediática que tuvieron los arrestos con la «componente de popularidad» que tenían muchos de los implicados en las diligencias.