El horizonte marcado de 2012 quedó atrás y ahora de forma inevitable Andalucía deberá cumplir la norma ajustada a plazo, en 2015. La depuradora de Nerja, que acumula un notable retraso, la ampliación de la EDAR de la Víbora en Marbella, la ampliación de la de Guadalmansa (en marcha) o una tercera depuradora en el municipio de Málaga son algunas de las actuaciones necesarias además del arreglo y mejora de un sinfín de colectores, aliviaderos, emisarios submarinos y estaciones de bombeo –es decir, todo el engranaje por el que discurre el agua residual que se depura–. Éstas son algunas de las actuaciones más significativas resaltadas por Salvador Vilches, que es el presidente del Foro de Saneamiento de la Costa del Sol, que aglutina a los empresarios y agentes del sector.

Vilches remarcó la importancia de atajar esta asignatura pendiente de la provincia para un segmento tan importante como el turismo y comentó que además de las grandes actuaciones es necesario acometer un amplio listado de obras de mejora. «Por ejemplo, sólo en el municipio de Estepona es necesario el arreglo de 50 colectores», comentó. La retirada y renovación de antiguos colectores y estaciones de bombeo es necesaria además en otras localidades costeras como Fuengirola, entre otras. «Hay obras que se hicieron hace 20 años y que hay que mantenerlas», comentó Vilches.

No obstante, la Junta de Andalucía sostiene que el 90% de la provincia tiene sus aguas depuradas. La directiva marco de la Unión Europea data del año 2000, fecha en la que se fijó 2015 para alcanzar un «buen estado» ecológico y químico de todas las aguas comunitarias. Los estados miembros deben establecer regímenes que contemplen sanciones efectivas, dice la norma.