Concepción, antigua vecina de La Coracha, fue trasladada con su marido a la barriada de Pinosol cuando fue demolida su casa. El cambio no ha sido para mejor en algunos casos. Uno de ellos es la falta de transporte público en una zona en la que viven 4.000 vecinos (entre Pinosol y Barcenillas).

Su caso es un buen ejemplo de lo que supone esta carencia: «Mi marido está operado del corazón y tiene muletas, así que si queremos salir, como no hay autobús tenemos que bajar 86 escalones o esperar a que algún vecino nos lleve en coche».

Concepción cuenta que no se pueden permitir pagar un taxi cada dos por tres. «Por eso sólo lo pagamos cuando tenemos que comprar la comida», explica.

De este asunto quien más sabe es José Moreno, creador de la asociación de vecinos y la persona que mejor conoce el barrio. «Esto está pedido y concedido desde el año 99, todo estaba supeditado a la nueva calle, que ya está hecha y el alcalde en cada reunión me decía que el microbús ya estaba concedido, a la espera de que estuviese la calle».

La calle en cuestión es Pinosol, que no tenía salida y el Ayuntamiento de Málaga consiguió ampliarla hace cerca de un año, proporcionando una entrada y una salida al barrio.

«Mi mayor ilusión era que se terminara la calle y que el microbús funcionara al día siguiente», afirma.

En concreto, la propuesta vecinal consiste en que el microbús de la línea 36, el de Conde de Ureña, suba por Barcenillas y Pinosol y recorra los dos barrios.

«No hace falta que pongan más coches en la línea, basta con los que hay y si pasan cada 30 ó 35 minutos pues no hay problema, indica José Moreno, que señala que ha hecho un estudio y calcula que si se pusieran unas cinco paradas en el barrio, «si el microbús parara en todas tardaría 8 minutos».

Además, resalta que, una vez medido el recorrido, la ampliación no llegaría a dos kilómetros.

Sin embargo, este vecino informa de que en las reuniones que ha tenido con el concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, el edil no ha visto la idea muy factible. «Dice que es antieconómico, ya es hora de que el alcalde se reúna con este hombre, hay que hacer un estudio nuevo de la zona, a nosotros nos da igual que el microbús pase dos veces por la mañana, pero que las personas puedan bajar a comprar».

A este respecto, recuerda que son muchas las personas mayores que tienen que esperar en plena calle a que pase algún vecino con coche para que les pueda llevar abajo, a la Victoria, para hacer las compras. «Ese es el pan nuestro de cada día», subraya.

José Moreno aprovecha para recordar otra petición con tres años de antigüedad: contenedores de reciclaje. «No hay ni uno en todo el barrio, estaban metidos en los presupuestos participativos pero al final no se han puesto».

Este vecino cuenta cómo muchas personas de Pinosol se limitan a tirar todo el papel, vidrio y envases en el contenedor normal, «porque si no tienen que ir hasta abajo». José ha señalado al Ayuntamiento hasta el sitio idóneo para colocarlos, cerca de una curva con una zona muerta de la calle Pinosol.