Los sindicatos llevan años pidiendo que se reduzca el número de alumnos por aula. Consideran que se trata de una medida fundamental para mejorar la calidad de la educación, ya que los profesores podrían impartir clases más personalizadas a sus alumnos. Estiman, además, que una ratio elevada provoca problemas de convivencia. Las distintas administraciones educativas han ido dictando órdenes, año tras año, para reducir esta ratio. Pero la crisis también llega a la educación, a pesar de todas las promesas iniciales. Eso al menos denuncia UGT, que ayer criticó en Málaga la reducción del presupuesto, que tan sólo permitirá a la Junta cubrir el 10% de los profesores funcionarios que se jubilen.

Cada año acaban su carrera docente en Andalucía unos 2.000 profesores, aproximadamente. Siguiendo el discurso de UGT, la Consejería de Educación tan sólo podría cubrir 200 puestos. El secretario general de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT, Carlos López Cortiñas, alertó ayer del incremento que supondrá este hecho en la ratio, al cubrirse tan sólo la tasa de reposición (jubilados y fallecidos) establecida en un 10%.

Calidad en la educación

«Esto supondría que si en la provincia, de media, se jubilan entre 400 y 500 trabajadores, sólo se cubrirían 40 o 50 plazas, lo que a su vez puede conllevar la desaparición, en muchos casos, de los profesores de apoyo», explicó, por su parte, Teresa Blanca, secretaria de FETE en Málaga, quien insistió en que «la mejora de la educación pasa, irremediablemente, por reducir el número de escolares en las aulas»

Para UGT supone una gran preocupación la reducción de presupuestos en un 7% en el capítulo de Educación, excepto en becas y en la Ley de Economía Sostenible en lo referente a Formación Profesional, según precisaron ayer sus máximos representantes a nivel nacional, que se dieron cita en el aula magna del IES La Rosaleda, en Málaga.

Blanca compara esta situación con el progresivo incremento de alumnos. «Al principio anunciaron que el recorte presupuestario no iba a afectar a la educación, pero, según las últimas noticias de la Administración, también va a afectar a los profesores», precisa .

UGT manifestó ayer, igualmente, su rechazo a la intención de llevar los ciclos formativos de grado superior a las universidades. Según el sindicato, en la provincia de Málaga, el 76% de los alumnos que terminan la Formación Profesional encuentran trabajo frente al 37% de los titulados superiores, egresados de la Universidad.

El secretario general de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT indicó que se ha iniciado una campaña de recogida de firmas en todo el Estado para que los ciclos formativos de grado superior no se lleven a las universidades.

A nivel estatal, el 31% de los alumnos abandonan el sistema educativo sin ningún tipo de titulación post obligatoria, declaró López Cortiñas, quien hizo hincapié en que los títulos de grado superior en Formación Profesional no pueden pasar al campo universitario. «Hay pretensiones de ciertas universidades que aspiran a resolver sus problemas con la absorción de estas titulaciones que no le corresponden».